En primer lugar, la famosa deuda soberana de Japón, que ocupa el primer puesto en porcentaje respecto al PIB. ¡Nada menos que un 225 %! Como conocéis todas las banderas, no hace falta mencionar los nombres. Si acaso el puesto 31: Estonia. Grecia está en segunda posición, pero su situación es mucho más delicada, ya que los tenedores de deuda son, en su mayoría extranjeros, mientras que en Japón la abrumadora mayoría (un 95 % si no recuerdo mal) son japoneses. Pero bueno, no vamos a entrar a analizar
los pormenores de este tema, porque podríamos eternizarnos. Solo otro gráfico interesante al respecto.
Aquí podéis ver cómo ha evolucionado la deuda pública en diversos países. La línea roja es Japón, la verde Italia, la naranja Reino Unido, la violeta EE. UU. y la azul Francia. Esto lo ponían para contrastar el hecho de que en algún otro país la deuda llegaba a bajar varios años incluso, mientras que en Japón parece haber subido constantemente con muy cortas excepciones. ¿Y en España? Pues los datos son muy sorprendentes. Tanto como que la deuda pública subió casi sin parar desde 1980 hasta 1996 (entre el 86 y 87 bajó ligerísimamente) y desde ese año hasta el 2007 bajó continuamente desde el 67,49 % hasta el 36,30 %. Qué lejanos parecen esos números ahora que se habla de ese temido 100 %...
Muchas veces se habla del alto índice de suicidios en Japón. Aquí tenemos una estadística comparada por países y también por sistema de cálculo.
En número de suicidios ocupa el 5.º puesto: India, China, Estados Unidos, Rusia, Japón, Corea del Sur, Pakistán, Brasil, Alemania y Bangladés son los diez primeros.
En número de suicidios por cada 100 000 habitantes figura en el puesto 9.º (2.º en cuanto a países desarrollados). Este es el top 10:
1.º: Corea del Norte
2.º: Corea del Sur
3.º: Guyana
4.º: Lituania
5.º: Sri Lanka
6.º: Surinam
7.º: Hungría
8.º: Kazajistán
9.º: Japón
10.º: Rusia
Otros países: India (12.º), Francia (30.º), Estados Unidos (41.º), Alemania (46.º) y China (75.º).
Por lo que respecta a inmigración, Japón no sale muy bien parada. Aquí vemos el porcentaje de inmigrantes permanentes llegados a Japón en el año 2011, con repecto a la población total. Por si os pica la curiosidad, la información está sacada de este informe. España batiría a todos estos países con un 0,76 % y en primera posición estaría Suiza, con un 1,57 %. ¡Qué pillines! ¿Quién se estará yendo? Por si queréis saber quién integraría el resto del podio, sería Noruega (1,22 %) y Nueva Zelanda (1,01 %).
Hace poco se celebraron elecciones generales en Japón y a raíz de ese suceso compararon el gasto necesario para presentarse como candidato (que se conoce como 供託金, una 'consignación'). En Japón son 3 milloncitos de yenes (al cambio actual 20 000 eurazos), en Canadá 544 euros, en Reino Unido 476 y en países como Alemania, Italia, Francia o EE. UU. es gratis.
Este es el porcentaje del presupuesto nacional destinado a la educación. Los países nórdicos, como no, están a la cabeza. Aunque no figura en la lista, Suecia debería aparecer: en 2010 destinó el 6,98 % del PIB. Finlandia el 6,76 %. Vamos, que siguen políticas muy afines en ese sentido. Como curiosidad, el gasto en Japón es inferior al de España (4,55 % en 2012 y 4,86 % en el 2011, por ejemplo). También me parece interesante que estemos a la par con Corea, conocida por sus brillantes puntuaciones en las pruebas de PISA. Lo que pasa es que ahí influye, más que un gasto público, la disciplina de la gente y su mentalidad.
Esta comparativa representa el número de horas que dedican a las labores de casa las mujeres y los hombres, por países. Las mujeres más trabajadoras en este sentido son las turcas, con 6 horas y 17 minutos de media. Les siguen las mujeres mexicanas, indias, portuguesas, australianas y las japonesas. Los otros cuatro países son Finlandia, Corea del Sur, Noruega y Suecia.
En cuanto a los hombres, los más dedicados a esta noble y ardua labor son los daneses. ¡Encima de ser apuestos, son unos maridos ideales! En segundo lugar los noruegos y en tercer lugar los australianos. Después viene Estonia, Eslovenia y Alemania. En otras posiciones China, Japón, India y Corea del Sur, con unos raquíticos 45 minutos.
Como bien se sabe, el problema de una población envejecida es acuciante en Japón. En porcentaje de mayores de edad, Japón es líder indiscutible. Este es el top 4 viejuno, según el Banco Mundial.
Pasamos al tema pena de muerte. En Japón fue famoso el caso de Iwao Hakamada, un exboxeador japonés que fue condenado a muerte y salió en marzo de este año tras 48 años de reclusión, al haberse demostrado su inocencia por unos restos de ADN. Es el desafortunado poseedor del récord Guiness por el preso liberado que más tiempo ha pasado en el corredor de la muette.
La pena de muerte en Japón cuenta con mucho apoyo todavía. De hecho, el 85 % de la población no condena su uso (por hacer un juego de palabras) para los crímenes más graves. En principio la ejecución de la pena de muerte debe llevarse a cabo en el plazo de seis meses tras la sentencia condenatoria, pero debe ser firmada por el ministro de Justicia. Si dicho ministro pospone esa firma o se está tramitando un recurso de revisión del proceso, la pena no se ejecuta. Y esto fue lo que le pasó al pobre Iwao, ya que el juez siempre tuvo dudas respecto a su culpabilidad.
Al condenado se le comunica su ejecución inminente el mismo día (se cree que una hora antes). Esto es una elucubración mía, pero podría hacerse para impedir el suicidio del recluso, porque ya se han dado ese tipo de casos. La familia no recibe notificación por adelantado. Se ha hablado de la crueldad de este anuncio tan inminente, por ejemplo desde EE. UU., pero desconozco cuál es el plazo de aviso en otros lugares y si, en realidad, esto es menos cruel.
En Japón la sentencia de pena de muerte se decide por mayoría, lo cual es inusual. En Estados Unidos es necesaria la unanimidad en todos los estados... menos en Florida.
Y ya que mencionamos Estados Unidos, aquí tenemos el número de ejecuciones, muchas más que en Japón (8). En el gráfico anterior ponía que en China se contaban por millares, por cierto.
Japón no es el único país donde se aplica esta pena: la hay en 58 naciones, el 30 % del mundo.
En la Unión Europea es condición sine qua non abolir la pena de muerte para convertirse en un país miembro. Probablemente por eso Turquía la abolió en 2004 persiguiendo este objetivo. Los últimos en abolirla en Europa fueron Chipre (2002), Grecia (2004), Montenegro (2006), Serbia (2006), Albania (2007), Rusia (2009) y la última y más sorprendente de todas: Letonia, en 2012. Como otro dato curioso, en España se abolió en la Constitución de 1978, pero se hacía una excepción para las leyes militares durante tiempos de guerra. Desde 1995 está suprimida para todos los crímenes.