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lunes, 4 de noviembre de 2013

Curiosidades de "China, tercer milenio"

Estas son los datos que he apuntado en la lectura del libro de Ramón Tamames y Felipe Debasa.

  • Shanghái y Pekín restringen el número de vehículos en circulación. En Pekín, desde enero de 2011 solo pueden ponerse en circulación 18 000 coches al mes; mediante un sorteo por internet se decide quiénes pueden adquirir la matrícula, sin que nadie pueda tener más de una.
  • El puerto de Shanghái es el tercero del mundo, solo por detrás de Singapur y Hong Kong. Sin embargo, en la página web del World Shipping Council encuentro que los cinco primeros son Shanghái, Singapur, Hong Kong, Shenzhen y Busán (Corea del Sur), tanto en 2011 como en 2012.
  • Pekín es el segundo aeropuerto mundial por tráfico de pasajeros (el primero es Atlanta y después están Chicago, Londres y Tokio; siendo Madrid el único español en el top 50 [posición 12]).
  • La tercera mayor empresa de internet por capitalización bursátil es la china Tencent, solo por detrás de Google y Amazon. La quinta es Baidu, china también.
  • La diferencia entre el clásico Mao Tse-Tung y Mao Zedong es el sistema de transcripción. El primero se rige por el sistema Wade-Giles, el empleado hasta la generalización del pinyin, por el que se rige la segunda versión del nombre.
  • La intrépida cruzada contra los censores de Bill Xia.
  • China es el primer productor mundial de series de televisión.
  • Esto ya lo sabía y siempre me lo preguntaba cuando lo leía. La muralla china (de 21 196,18 km de longitud) no es la única construcción humana visible desde el espacio, las pirámides de Giza son mucho más fáciles de ver, pero tal vez la más visible de todas es el vertedero de Fresh Kills. Triste.
  • Su banca es la mayor del mundo, con un volumen de crédito que supera el 180 % del PIB.
  • Es el país con mayores reservas de divisas internacionales (más de 3000 billones de dólares), justo por delante de Japón y toda la Eurozona. 
  • En 1820, a comienzos de la era industrial, Asia todavía generaba 3/5 de la producción mundial. En 1940 había pasado a 1/5. En el 2004 esa cifra se situaba en los 2/5. Estas cifras tan interesantes se pueden consultar aquí.
  • El famoso portaaviones Liaoning que fue abandonado en su astillero en el mar Negro en 1992 pasó a manos de Ucrania y China se lo compró, aduciendo como propósito el convertirlo en un casino flotante en Macao (pfff, claro, claro…). Los turcos pusieron muchas trabas para que pasase los estrechos de salida del Mediterráneo, pero finalmente pasó y se completó su construcción hasta que en noviembre de 2012 un caza J-15 realizó el primer aterrizaje en él. Seamos serios, ¿realmente hace falta mentir de esa forma descarada con respecto a la finalidad que le vas a dar al portaaviones?
  • Un pequeño error de apreciación muy extendido. Cito:
    «El posicionamiento de China sobre la culpa de los líderes y la inocencia del pueblo [en la segunda guerra mundial] cambió después, por el entierro de criminales de guerra en el santuario de Yasukuni en 1978». ¿Desde cuándo se entierra a gente en los santuarios sintoístas? Eso solo lo puede haber en los templos budistas. He razonado esto un poco más y le he escrito al autor, a ver qué opina. Es posible que mande a freír espárragos por repelente x-D. En ese caso redactaré una entrada en el blog de todas formas, porque veo que está muy extendido ese concepto erróneo.
  • La mayoría de los emigrantes chinos en España procede de la provincia de Zhejiang y, más concretamente, del distrito de Qingtian.
  • Muchas veces hablamos de que los chinos nos parecen todos iguales. Pues, curiosamente, este caso también puede darse a la inversa, por mucho que a nosotros nos parezca extraño. Hong Huang Yugao, vocal de la Cámara de Comercio de Madrid, afirma que al llegar a España «los españoles me parecían todos iguales, y solo podía diferenciar a hombres de mujeres y calvos de melenudos».
  • El Gobierno chino está tratando de poner freno a la corrupción con diversas medidas, alguna tan singular como la creación de la cuenta número 35 581 (en pinyin san wu wu ba yao), en el Banco Industrial y Comercial de China. Lo curioso es que la pronunciación del número se asemeja a la frase sai wo wo bu yao, que significa literalmente ‘me meten (dinero o soborno), pero no lo acepto’, o también song wo wo bu yao, que significa ‘me lo regalan, pero no lo acepto’. Quizá bu yao se pueda traducir como ‘no lo acepto’ por contexto, pero yo quizá lo traduciría como ‘no quiero’, porque en esta situación no lo acepto sería más bien wo bu jieshou. Bueno, eso hasta donde alcanza mi chino.
  • La observación ingenua de Chávez: «Necesitamos a China, país que está demostrando que se puede ser grande sin ser imperio, gracias a la gran revolución del camarada Mao Tse-tung».
  • El célebre Henry Kissinger consideraba a Nixon el más preparado de todos los presidentes norteamericanos que conoció, por mucho que sufriera su imagen pública por el escándalo Watergate. Fue a partir de aquella época cuando realmente EE. UU. y China empezaron a limar asperezas y, de hecho, fue en 1971 cuando China entró en la ONU, reemplazando a la República de China (Taiwán) como miembro permanente del Consejo de Seguridad.

martes, 22 de octubre de 2013

Física para ineptos

Después de la interesante lectura Química al alcance de todos, he dedicado unos días a leer otro libro de la misma serie de la editorial Pearson, esta vez sobre física. Se tratan muchos temas y no hay espacio para tratarlos aquí todos, pero he recopilado unas cuantas curiosidades interesantes:


  • Si toda la Humanidad se pusiera a caminar al mismo tiempo hacia el Oeste, comunicaría por rozamiento una cierta cantidad de momento angular a la Tierra en sentido contrario. Esto tendría como consecuencia que la Tierra giraría más deprisa y los días serían más cortos. Si caminásemos todos hacia el Este, los días serían más largos.
  • Si se guarda la botella con champán tapada con una cucharilla de café apoyada en la boca y el mango introducido en el cuello de la botella, el aire en contacto con el champán se enfría con facilidad, debido al hecho de que el metal de la cuchara es un buen conductor del calor. Al estar frío, se dificulta la evaporación de las burbujas de gas. El problema de ponerle simplemente el tapón es que dentro de la botella también quedará una cierta cantidad de aire que conservará una temperatura relativamente alta, aunque la botella se introduzca en el frigorífico. En estas circunstancias, las burbujas se evaporan con mayor facilidad.
  • El magnetrón de un horno microondas genera ondas electromagnéticas de 300 GHz – 1 GHz. La energía que generan es absorbida por las moléculas de agua que contienen los alimentos, porque la frecuencia de las microondas coincide prácticamente con la frecuencia natural de las moléculas de agua. Al adquirir esta gran cantidad de energía, transmiten parte de esta a las moléculas vecinas por contacto, con lo cual aumenta la temperatura del alimento contenido en el recipiente. Por esta misma razón el recipiente cerámico o de cristal no se calienta de la misma forma. Utilizar un microondas sin nada o con un recipiente metálico en su interior es peligroso, ya que nada disipa o absorbe la energía creada.
  • En un horno convencional puede darse el caso de que la carne esté muy hecha por dentro y poco por fuera, mientras que en el microondas sucede al revés. Esto se debe a que, cuanto menor es la frecuencia de las microondas, mayor es la profundidad que alcanzan. Por lo tanto, la parte de una pieza de carne que se encuentre a 2 cm de la superficie recibe radiación de todas direcciones y se calienta más deprisa, mientras que las partes más superficiales solo reciben la radiación por un lado concreto.
  • El cielo se ve azul a causa de la atmósfera, que dispersa la luz blanca del Sol. Esta dispersión es mayor (9 veces) para las longitudes de onda cortas, es decir, las azules. En el crepúsculo, la luz solar tiene que recorrer una trayectoria mucho más larga a través de la atmósfera, lo cual elimina las longitudes de onda cortas y deja las largas, esto es, las rojas.
  • El Principio de Incertidumbre de Heisenberg: la idea fundamental subyacente es que para medir cualquier variable de un sistema, hay que perturbarlo. Si quiero medir la temperatura de un vaso de café, introduzco en él un termómetro, que extrae un poco de calor del café para dilatar el mercurio y alcanzar la marca de la temperatura. Por lo tanto, para realizar esa medición ha habido que perturbar el sistema, al enfriarlo ligeramente. La perturbación se puede disminuir exponencialmente, pero no se puede evitar. En el mundo macroscópico esas perturbaciones son inapreciables, pero a escala microscópica sí lo son.
    Si queremos determinar la posición de un electrón, por ejemplo, tenemos que “verlo”. Pero para verlo hay que iluminarlo, es decir, hay que enviarle al menos un fotón. Pero este fotón “empuja” al electrón al chocar contra él y le comunica una cierta cantidad de energía y movimiento. Por ende, el electrón tiene una velocidad desconocida después del choque. He aquí otra perturbación que no se puede eliminar, solo limitar.

jueves, 17 de octubre de 2013

Química para ineptos



Me ha parecido muy grata la lectura de Química al alcance de todos, un libro de la editorial Pearson del 2006, ya descatalogado o de difícil obtención: otra razón más para valorar el favor que nos hacen nuestras bienamadas y nunca bien ponderadas bibliotecas. Gracias a la milenaria técnica del préstamo interbibliotecario me he hecho con el otro título de la colección: Física al alcance de todos. Mi ignorancia supina no conoce fronteras y la física es otro de mis numerosos puntos débiles, a pesar de que una de mis aficiones son los documentales sobre ciencia.
 
Durante mi lectura me he quedado con unos cuantos apartados que me han parecido de especial interés, ya que personalmente desconocía estos hechos. Helos aquí:

Compuestos del azufre
Sulfuro de hidrógeno, un gas venenoso con mal olor (responsable por ejemplo del olor que emite la materia orgánica en putrefacción), el dióxido de azufre, empleado como fungicida y para fabricar el famoso ácido sulfúrico, compuesto con el que se fabrican sustancias tales como fertilizantes o detergentes.

¡Qué bien te conservas!
El nitrógeno se obtiene a partir del aire y es esencial para los organismos, por encontrarse en moléculas clave como proteínas, vitaminas o ácidos nucleicos. Por su escasa reactividad se emplea para sustituir al aire durante el procesado y empaquetado de alimentos. Por eso muchos paquetes como los de las patatas fritas están rellenos de gas nitrógeno para conservarlas frescas más tiempo, ya que se pondrían rancias si quedase oxígeno en el interior.

El cloro, ¿héroe o villano?
Su uso para la potabilización del agua (al evitar el crecimiento de algas y ser tanto germicida como antibacteriano) ha permitido evitar enfermedades tales como el cólera, la gastroenteritis y la disentería. Se dice que su uso ha evitado más muertes de seres humanos que las provocadas por todas las guerras de la historia. Por otra parte, está presente en la fabricación de ocho de cada diez medicamentos. Pero también es venenoso en sí mismo, y se usó como tal en la Primera Guerra Mundial, donde mató o dejó inválidos a muchos soldados.

Un necrodiamante es para siempre
Los restos carbonizados de cualquier sustancia orgánica, que serán esencialmente grafito, se pueden transformar en diamantes. Por eso técnicamente los restos humanos obtenidos por incineración de cadáveres pueden convertirse en diamantes, pero no compensa. De la misma forma, hay mucho oro presente en el agua, pero obtenerlo sería inviable económicamente.

Los químicos más sosos
A nivel de personajes históricos, me parecen muy relevantes las figuras de los químicos Nicolás Leblanc y Ernest de Solvay, conocido también por su labor filantrópica. El vínculo que une a ambos científicos es la sosa (también se puede decir soda en español, aunque este es más bien el término inglés). El nombre del compuesto es carbonato sódico y era una sustancia ya empleada en el antiguo Egipto para fabricar vidrio o las momificaciones (de hecho, el nombre del elemento químico, Na, proviene del lago Natrón africano, de donde se obtenía).

El grisú
Este gas que suele abundar en las minas de carbón se inflama con la más mínima chispa en aquella zona donde se acumule. Lo curioso es que, antiguamente, los mineros llevaban consigo canarios para detectar el gas, puesto que es inodoro. La muerte de los canarios era todo un aviso para los mineros.

Temperaturas dispares
En climas desérticos, la ausencia de vapor de agua hace que la superficie terrestre pierda con más facilidad la radiación infrarroja que genera, motivo por el cual se enfría más rápidamente por la noche (de ahí la mayor diferencia entre temperaturas en climas más secos).

viernes, 14 de junio de 2013

Física de lo imposible

He aquí algunos de los apuntes que tomé en la lectura del interesantísimo libro de Michio Kaku, Physics of the Impossible.

  • La computación cuántica: en principio, un ordenador cuántico sería capaz de descifrar cualquier código de todo el mundo, lo cual pondría en entredicho la seguridad informática tal y como la conocemos actualmente. Ni que decir tiene, el primer país que lo logre podría revelar los secretos mejor guardados de otros países u organizaciones. Hasta ahora, el progreso en la tecnología informática se guiaba por la ley de Moore, pero se estima que en 2020 habremos llegado o, al menos, estaremos divisando el horizonte de esa fuerza bruta. Los escollos son colosales, ya que para construir un ordenador cuántico eficaz sería necesario que cientos de millones de átomos vibrasen al unísono, algo muy por encima de nuestras capacidades hoy en día.
  • Detectores de mentiras: Daniel Langleben, de la Universidad de Pensilvania, tuvo la idea de utilizar imágenes por resonancia magnética para detectar mentiras. Según su teoría, para contar una mentira deliberadamente tenemos que esconder la verdad, con lo cual la actividad cerebral es mayor, al tener que realizar estos dos procesos. Si bien la gente se puede entrenar para evitar subidas de pulsaciones o la sudoración, no es tan fácil inhibir esa actividad cerebral. Sin embargo, tampoco es infalible, ya que no se detecta la mentira en sí, sino el aumento de dicha actividad, que podría ser debida a la presión que estaría sufriendo el sujeto.
  • La historia de Alan Turing: el gran matemático británico se puede considerar el fundador de la inteligencia artificial. Hoy en día los ordenadores digitales obedecen las leyes estrictas establecidas por él. Su trabajo pionero en el campo del desciframiento de códigos salvó miles de vidas de soldados aliados y tuvo una influencia decisiva en el devenir de la segunda guerra mundial. El final de su vida no pudo ser más injusto y desgraciado, tratándose además de alguien que había dado tanto. Uno de sus legados más famosos es la prueba de Turing, mediante la que se demuestra la existencia de inteligencia artificial.
  • El mundo que plantea Yo, robot es aún muy distante. La inteligencia de los ordenadores actuales es comparable al de una cucaracha. En realidad es peor, ya que una cucaracha es capaz de sortear obstáculos al caminar. Por ejemplo, cuando entramos en una habitación, reconocemos inmediatamente los objetos presentes en ella: suelo, sillas, muebles, etc. Pero cuando un robot escanea toda esta información no ve nada más que toda una gama de líneas, que convierte a píxeles. Después de un cálculo computacional considerable, es probable que el robot reconozca esas líneas como una mesa, pero bastaría con moverla para tener que empezar el proceso de nuevo. La victoria de Deep Blue ante Kasparov en 1997 no fue nada más que una demostración de fuerza bruta computacional, cálculo puro y duro. Pero eso no hace a Deep Blue más inteligente que Kasparov. Un robot ve, pero no entiende lo que ve. De la misma forma, un robot calcula, pero no entiende qué está calculando.
  • Somos un planeta realmente suertudo un planeta Ricitos de Oro. El astrónomo George Wetherhill estima que, sin la presencia de Júpiter o Saturno en nuestro sistema solar, la Tierra habría sufrido mil veces más impactos de asteroides, algunos de ellos tan peligrosos como el que exterminó a los dinosaurios hace 65 millones de años. Tenemos también la suerte de contar con una luna grande que ayuda a estabilizar la rotación de la Tierra. El astrónomo francés Jacques Lasker estima que, sin esa ayuda, el eje del planeta podría oscilar entre 0 y 54 grados, lo cual provocaría condiciones climáticas extremas. De hecho, el pequeño tamaño de las dos lunas de Marte podría ser la razón de su inhabitabilidad. En tercer lugar, gracias a nuestro robusto campo magnético podemos desviar rayos cósmicos y una radiación que sería letal para la vida en nuestro planeta. La propia velocidad de rotación es ideal: de ser muy lenta, la Tierra sería demasiado árida en un lado y helada en el otro. Si rotase muy rápidamente, los huracanes y demás fenómenos meteorológicos extremos estarían a la orden del día.
  • La triste historia de Ludwig Boltzmann: en el siglo XIX, la existencia del átomo todavía era un tema objeto de acalorado debate, hasta el punto de que, de hecho, científicos prominentes de la época como Ernst Mach tildaba esa noción de ridícula. Para los antiatomistas, cualquier cosa que no se pudiese medir no existía, incluyendo los átomos. Para más inri, las investigaciones de Boltzmann eran rechazadas por el director de una revista científica alemana, porque para él los átomos y las moléculas no eran más que herramientas teoréticas: no existían en la realidad. Probablemente hastiado y deprimido por ser tan vilipendiado por la comunidad científica, Ludwig Boltzmann se ahorcó en 1906 sin saber que, un año antes, un brillante científico llamado Albert Einstein había escrito el primer trabajo que demostraba la existencia de los átomos.

lunes, 3 de diciembre de 2012

Reseña: Un día en la vida del cuerpo humano

Hacía un tiempo que quería plasmar en negro sobre blanco algunas de las curiosidades extraídas en la lectura del interesante libro de Jennifer G, Ackerman: Un día en la vida del cuerpo humano.

Quería empezar resaltando el concepto de los relojes corporales o temporizadores/ritmos circadianos. Son esos cuyo desajuste percibimos en un desfase horario (jet-lag) notable, por ejemplo. Y no hay un solo reloj maestro que controle todo el cuerpo, sino que otros órganos o sistemas tienen sus propios ritmos: los osciladores periféricos. Pulmones, hígado, esófago, estómago... Cada uno tiene su cierta independencia.

Así, hay momentos que suelen ser más recomendados para según qué actividades, dependiendo de la hora del día o de la noche. Por ejemplo, por la noche «los bronquios se hacen más hiperreactivos y las vías bronquiales que hacen circular el aire se encogen de diámetro aproximadamente un 8%.» Para la gente normal esto no representa ningún problema, pero para los que padecen asma, sí. Que se lo digan a una que yo me sé :-/.

Esto está relacionado a su vez con el célebre concepto antagónico de búho o alondra, presente en el libro. En pocas palabras; se denomina búhos a aquellos individuos que rinden mejor por la noche, mientras que las alondras prefieren invertir sus energías en horario matutino. Unos son madrugadores y otros trasnochadores. Y la costumbre a uno u otro horario está estrechamente vinculada a los ritmos circadianos de su cuerpo humano.

Pero hay consejos que valen para todos, referidos a cuál es la mejor hora del día para algo. Por ejemplo, practicar ejercicio a última hora de la tarde beneficia el desarrollo muscular, ganando un 20% más de masa muscular que si se hiciese por la mañana. La temperatura corporal va subiendo durante el día y llega al máximo al anochecer. A mayor temperatura, mayor ritmo cardíaco.

La espalda también duele menos por la mañana, porque la columna vertebral se estira durante la noche y, de hecho, somos más altos por la mañana que por la noche.

En el libro también se mencionan enfermedades o síntomas muy curiosos, como la prosopagnosia: la imposibilidad de reconocer y recordar los rasgos del rostro humano. Para una amiga de la autora, cada vez que las caras de sus amigos o familiares aparecen en su vida, le parecen nuevos y extraños. De hecho, tiene que apoyarse en rasgos no faciales, como la forma de andar, el peinado, la silueta del cuerpo o el tono de voz para reconocer a la gente. O bien directamente de una colega lazarillo que le sople quién se está aproximando para hablarle. No ve los rostros borrosos ni nada parecido, sino que no le dicen nada.

En el libro se da respuesta a muchos viejos interrogantes. ¿Por qué las mujeres aguantan peor el alcohol que los hombres en general? «Porque tienen proporcionalmente más grasa corporal y menos agua que los hombres del mismo peso. Como el alcohol se dispersa a través del agua del cuerpo, las mujeres alcanzan mayores niveles de alcohol que los hombres después de consumir cantidades iguales». Aunque es preciso apuntar, lógicamente, que aquí entran otros factores externos como si el estómago está lleno o vacío (al estar lleno, la absorción es más lenta) o las horas de sueño (cuanta más privación de sueño, más fuerte pega el alcohol).

Entre otros fragmentos destacables se encuentra el que analiza el comportamiento del cuerpo humano ante la sensación de peligro. La amígdala se encarga de alertar al cuerpo inmediatamente: susto, inmovilidad, vello erizado o movilización para luchar o huir. Mientras tanto, otra señal viaja hacia la corteza sensorial para examinar con detenimiento la situación y desconectar, en caso necesario, la respuesta del miedo.

Esta respuesta se conoce como respuesta del estrés y ha sido objeto de estudio por parte de científicos en los últimos años. Las conclusiones a las que se llegaron eran sorprendentes y recuerdo que alguno de los invitados del programa Redes se hizo eco de esos resultados: «este tipo de respuesta de estrés agudo es bueno para el cuerpo. Se trata de una reacción protectora; agudiza nuestros sentidos, mejora nuestra memoria e incrementa nuestra respuesta inmunológica». Como decía el invitado en cuestión, el estrés es bueno, siempre que sea efímero. Incrementa el rendimiento y supone un estímulo: reaccionar a dicho estrés puede constituir un sistema excelente para confrontar los desafíos a corto plazo.

Pues nada, una pizquita de estrés nunca viene mal de Pascuas en Ramos. ¡Estrés donde estrés!

lunes, 17 de septiembre de 2012

Un poco de química

A principios de este año leí The Disappearing Spoon, un libro sobre la historia de la tabla de los elementos y la inmensa retahíla de historias y vidas asociadas a ellos. 

Después de leerlo, uno se sorprende por la competencia feroz que llegaba a despertar el afán por descubrir un nuevo elemento, dejando por el camino muchas falsas alarmas, traiciones u homenajes en la nomenclatura. 

Entre los muchos genios que aparecen mencionados se encuentra Linus Pauling, especialmente venerado por el autor, y cuyo nombre sirvió de inspiración a los padres de Linus Torvalds (creador de Linux). Es muy interesante sobre todo la historia del descubrimiento del ADN, que se atribuye a Watson y Crick. Lo cierto es que Pauling estaba muy cerca de conseguirlo, pero trabajaba con algunos datos erróneos y carecía de las imágenes que Rosalind Franklin había obtenido en Inglaterra. Imágenes de las que sí disponían Watson y Crick, que resultaron a la postre decisivas para el descubrimiento. Si Pauling hubiese dispuesto de ellas, otro gallo habría cantado.

Precisamente la labor en la sombra de muchas mujeres científicas es otro de los temas recurrentes del libro, y realmente algo de lo que, a buen seguro, se habrá escrito algún libro. Además de la bella historia entre Pierre Currie y Marie Curie, me viene a la memoria otra historia un pelín más triste, la de Otto Hahn y Lise Meitner. El primero obtuvo el Nobel de Física por su descubrimiento de la fisión nuclear, aunque muchos piensan que debería haberlo compartido con ella.

También es harto interesante el capítulo 9, dedicado a los elementos más letales. El sodio o el potasio puro están entre ellos. Si los ingirieses, explotarían al entrar en contacto con cada una de tus células, porque reaccionan con el agua. Pero eso no pasa porque son tan reactivos que es difícil encontrarlos en estado puro. Hay otros muchos elementos peligrosos, como el polonio con el que envenenaron a Alexander Litvinenko, pero el talio se lleva la palma. Y el polonio también tiene su intríngulis, porque fue descubierto por Marie Curie, que le confirió ese nombre en honor a su Polonia natal. ¿Pero no era francesa? Pues no, en realidad era rusa, porque Polonia no existía por aquel momento, pero luego adquirió la nacionalidad francesa. Pero la nacionalidad que se le otorga actualmente no podía ser otra que la polaca, por el amor a su patria y su lucha por la causa independentista.

Otros apuntes: 

El Nobel Gerhard Domagk creo el primer antibiótico para salvar a su hija arriesgando al máximo, porque su medicamento era experimental. Lo mismo de Louis Pasteur cuando curó la rabia de un niño con un medicamento que solo se había probado en animales.

Cualquiera que derramase la más mínima gota de telurio sobre sí mismo apestaría durante semanas, y la gente sería capaz de saber que esa persona habría estado en una habitación incluso horas después.
Hay muchos otros datos interesantes, pero estos son los que he ido apuntando y me había dejado en el tintero electrónico hasta ahora.

martes, 11 de septiembre de 2012

テルマエ・ルクスエ (Thermae Lucus Augusti)


 Ahora que estoy leyendo el cómic de moda en Japón (Termas romanas), sobre un arquitecto romano que viaja en el tiempo al meterse en el agua para aparecer en varios sitios de Japón y aplicar la tecnología que ve en el país nipón en el propio imperio romano, es un buen momento para recordar que a nosotros, los lucenses, esto de las termas nos viene de lejos. En los textos posteriores a cada capítulo, la autora aporta información sobre termas antiguas y otro tipo de información sobre los aspectos de la vida cotidiana en los tiempos del imperio romano. Me quedaría de piedra si hubiese llegado tan lejos en sus investigaciones, pero Lugo bien merece una visita en ese aspecto. ¿Por qué?



Hace pocas semanas mi hermana y yo decidimos por fin aprovechar un hueco libre y perfectamente rellenable con una visita a las termas romanas de Lugo. Recuerdo, por alguna extraña razón haberlas visto en una foto de un periódico con una más que pobre iluminación, por lo que sospechaba que se limitaría a ser un pequeño recoveco en la planta baja del balneario de Lugo. La verdad es que, todo hay que decirlo, era una vergüenza ser de Lugo y no haber pasado nunca por aquí, pero ahora que veo cómo están, la considero una visita obligada.



 La verdad es que nos llevamos una buena sorpresa, porque estaban mejor iluminadas de lo que pensábamos, eran más grandes de lo que nos imaginábamos y, además, se podía caminar por ellas sobre una plataforma de madera. Estas salas que se ven aquí corresponden al vestuario (apodyterium) de los baños públicos de la época romana de nuestra (bi)milenaria ciudad. En estas tres fotografías se aprecian claramente una serie de huecos u hornacinas, en donde los usuarios de las termas guardaban la ropa.



Esta posibilidad de contemplar tan de cerca lugares de tamaña importancia histórica y pertenecientes a un pasado tan glorioso como el romano me deja siempre estupefacto. Estas termas datan del siglo I. ¿No resulta increíble pensar que, hace casi 2000 años, esos huecos estaban llenos de las ropas de la gente que poblaba Lucus Augusti? Quizá el hueco de la derecha fue utilizado alguna vez por algún centurión, por Paulo Máximo, por César Augusto... Es elucubrar demasiado, pero la cuestión es que no tiene tanta relevancia por quién haya sido utilizado en concreto, sino que cualquiera de aquellos ciudadanos del imperio llegaron realmente a utilizar este lugar, tan cerca de mi casa. Me parece fascinante.


 En el balneario no solo se conserva alguna zona de los baños termales, sino también la toma de agua original:

 
E incluso aras votivas (pequeños altares de la época romana dedicados a una divinidad en particular), la mayoría de ellas dedicadas a las ninfas, divinidades asociadas a todos los ámbitos de la naturaleza, fundamentalmente el agua, en concreto las aguas mineromedicinales. Aquí hay tres expuestas, y en el vídeo de la pared opuesta se explican las inscripciones que presentan, en donde se pueden encontrar el voto de acción de gracias o la petición concreta y el nombre del oferente.



 La parte superior, llamada foculus, es la reservada para las libaciones. En el campo epigráfico encontramos el texto. Aquí en la foto se puede apreciar claramente el texto Nymphis, así que ya sabemos a quién se ofrece y de parte de quién (aparece más abajo).


A veces tengo la impresión de que en Lugo podrías encontrar restos todos los días si vas armado con una pala. Tengo que admitir, para mi vergüenza de nuevo, que desconocía la posibilidad de observar los restos del acueducto de Lugo. Me lo encontré paseando con mi padre por los bellos jardines de la diputación. Se encuentra concretamente en la propia plaza de San Marcos.



Piscinas, mosaicos, acueductos, murallas, termas... Caminamos cada día sobre un pasado glorioso de otrora que se debe respetar, que conviene apreciar y del que no está de más enorgullecerse.

lunes, 3 de septiembre de 2012

Una pequeña entrada para el hombre

Estos días me he leído casi de un tirón Gramáticas extraterrestres de Fernando J. Ballesteros, en el que se analiza la probabilidad de otra vida ajena a la terrícola en el universo, los descubrimientos o intentos realizados hasta ahora y la forma en la que podríamos comunicarnos con nuestros nuevos vecinos, en caso de hallarlos.

Es un tema a todas luces apasionante sobre el que me gustaría resaltar muchas cosas, en estos días de luto por la muerte de Neil Armstrong y de estreno de películas como Prometheus. Bueno, vale que ya se ha estrenado hace un mes, pero hay gente como mi hermana que todavía no la ha visto, je, je.

Precisamente en la película de Ridley Scott se especula con la posibilidad de que la vida en la Tierra procediese de un organismo extraterrestre. Lo cierto es que no es una teoría nueva: la panspermia ya apuntaba al espacio exterior para explicar el origen de la vida terrestre. Algunas variantes poco rigurosas, como la de las naves espaciales sembradoras de vida, contrastan con otras apoyadas por el astrónomo británica Fred Hoyle (bacterias que cayeron del cielo para fertilizar la tierra) o compuestos químicos traídos por cometas y meteoritos. Permaneció desacreditada durante décadas, pero en la Tierra se han encontrado meteoritos procedentes de la Luna y Marte, por lo que un impacto violento de un meteorito o satélite podría arrancar el suficiente material que, de ser despedido con suficiente velocidad, podría errar por el espacio hasta impactar con nuestro planeta. ¿Seremos nosotros los marcianos, como sugiere Prometheus?

Marte también está hoy en día en boca de todos, debido al reciente aterrizaje de la misión Curiosity en su lugar de destino. ¿Será posible encontrar indicios de vida en este misterioso planeta? Pues lo cierto es que indicios de agua sí los hay, y no solo en Marte, sino también en Titán, el satélite más grande del planeta Saturno. Hay datos prometedores: tanto la Mariner 9 como las Viking I y II encontraron numerosas pruebas de la existencia pasada de agua líquida en la superficie, como cauce secos de ríos (debido a sus enormes dimensiones). Además, hay una gran abundancia de hielo bajo el suelo marciano, con grandes posibilidades de que parte de esa agua subterránea sea agua líquida. Por otra parte, tanto en Titán como en Marte se ha hallado metano. Habrá que estar, pues, atentos a lo que pueda encontrar Curiosity.

El libro toca mucho temas interesantes, como el fascinante origen y utilidad de los pulsares, fruto del astro resultante de una supernova: una estrella de gran masa que fallece de forma espectacular y deja tras de sí un cadáver de neutrones, cuyos polos magnéticos generan intensos chorros de radiación electromagnética que salen despedidos al espacio. 

También se mencionan enigmas sin resolver como el manuscrito Voynich, las señales WOW o SHGb02+14A, esa curiosidad impregnada para toda la eternidad en los discos de las Pioneer y las Voyager (también mencionados en la serie Cosmos, cuyo autor es precisamente el autor de los mensajes), el romántico afán comunicador del mensaje de Arecibo, el encomiable propósito del SETI (con Paul Allen como más destacado mecenas), elucubraciones sobre la tecnología que poseerían las civilizaciones extraterrestres, capaces de construir una esfera de Dyson o un mundo anillo de Niven...


Desde un punto lingüístico, también me pareció interesante el análisis sobre el lenguaje de comunicación humano y la búsqueda de sistemas análogos en el mundo animal. Según parece, son los delfines los que más se acercan, pues cuentan con un lenguaje muy sofisticado que hasta permite el uso de nombres propios. No en duda se les considera los animales más inteligentes, capaces incluso de poseer una especie de visión de rayos X tridimensional (son capaces de saber si detrás de un obstáculo hay un pez). No en vano, su cerebro tiene muchas más circunvoluciones que el nuestro. De entre los primates, los monos tota son los que cuentan con un lenguaje más complejo, ya que los gritos de alerta de un vigía distinguen entre 'leopardo', 'serpiente' y 'águila', con la correspondiente ventaja que eso supone, ya que la reacción varía en función de la naturaleza del intruso.