Estos son los servicios de una restaurante japonés especializado en udon (fideos gordos de carallo, para los no entendidos) al que fui ayer. El dilema presentóseme cuando me dispuse a ir al servicio. Al más puro estilo Matrix, en la puerta de la izquierda había una barra vertical de color rojo (que no rosa), mientras que en la derecha estaba su némesis, la díscola barra azul. Ante la falta de seguridad me vi obligado a consultarlo con mis tres amigos (una coreana, un chino y una taiwanesa, parece un chiste). Ninguno vaciló en su respuesta, de tan obvia que les parecía.
Un poquito de participación: ¿Por qué puerta os decantaríais vosotros, amigos?
Jarl, la roja son los tíos? Es como la disyuntiva de los triángulos y los círculos en Polonia...
ResponderEliminarBesote!!
Yo,ante esa disyuntiva y acuciado por la necesidad,lo tendría claro:
ResponderEliminarMearía en el pasillo entre las dos puertas y hacia la que se dirigiera el chorrito sería la correcta.La pregunta sería. ¿Y luego qué?
Veamos...
ResponderEliminarA los niños los visten con adornos azules cuando son pequeños...
A las niñas las visten con adornos rosas, pero si pensamos en la flor en cuestión (la rosa), generalmente les gustan las rojas...
Yo me decantaría por la azul. Tengo más ideas sobre por qué el rojo es de las tías, pero no quiero decir cochinadas aquí :D
La azul, si es qu está claro ;-)
ResponderEliminarBesitos. THF.
Uhm, además da la impresión de que una abre para dentro y otra para fuera.
ResponderEliminarYo creo que la puerta izquierda, lo digo porque está en relieve.
Interesante... Así que de momento tenemos un curioso empate. Dos piensan que rojo=chicos y azul=chicas, y otros dos opinan justo lo contrario. Bueno, al menos sirve para demostrar a mis amigos asiáticos que al menos los españoles no lo tienen tan claro. Este martes publicaré la respuesta, por si alguien se quiere mojar ;-D.
ResponderEliminarAnónimo, ¡qué gran método! No me extraña que quieras permanecer en el anonimato 8-D.
Bueno, como no puedo programar la respuesta y mañana estaré fuera, aquí va: el azul es para los chicos y el rojo para las chicas. Es el mismo color que el utilizado para diferenciar las entradas a los baños termales para mujeres u hombres. Lo que pasa es que en este último caso solía fijarme solo en el kanji (son kanjis muy básicos) y por eso no caía. Ahora ya me ha quedado claro. Lo mejor es que ahora ya podemos despreciar a quien no sepa esta diferencia, señalar a esa persona con el dedo y vociferar: «¿Pero cómo no sabes esto, mentecato?». Sí, con esas palabras.
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