martes, 14 de diciembre de 2010

Baño japonés

Últimamente me ha dado por aprovechar la bañera de generoso tamaño que hay en esta residencia para darme unos merecidos baños, especialmente después de una hora de footing.

Siempre me ha parecido difícil de creer que sea una costumbre diaria para muchos japoneses, por el empleo masivo de agua que ello supone. Para no desperdiciar, toda la familia suele emplear la misma agua, lo cual supone que el primero en entrar será el más privilegiado. En una sociedad tan jerárquica y patriarcal como la japonesa, ese honor se reserva al cabeza de familia. Como muchos lectores saben o suponen, los japoneses son unos auténticos apasionados de los onsen o baños termales; una versión asiática de los finlandeses, salvando las distancias y el hecho de que sauna y baño no es lo mismo. ¿Para qué habré puesto este ejemplo?

Durante gran parte del tiempo que he vivido aquí no había utilizado el panel de control de la bañera, por miedo a escarallar algo, pero lo cierto es que al final es tan sencillo como apretar un botón; eso sí, no está de más realizar los ajustes necesarios para asegurarse de que la temperatura y el caudal de agua sean los adecuados.


1 comentario:

  1. Por un momento pensé que ibas a salir en pelotilla picada dándote el baño, jijijiji.

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