El pescado fresco que tenían ese día era el dentone o dentón (dentex dentex es su nombre binomial). Era uno solo, pero llegaba perfectamente para los tres.
Fueron en total unos 81 euracos, si no recuerdo mal. Pero la verdad es que estaba delicioso, con una presencia bien notoria de olivas y vino blanco sardo.
También aprovechamos para probar las famosas seadas sardas, rellenas de miel calentita. Siempre me gusta probar los platos típicos de las regiones a las que voy, y Cerdeña no podía ser una excepción.
Pues dentones los pesca un amigo mío casi todas las veces que baja (pesca submarina). Si quieres que le pida alguno la próxima vez, ya sabes ;)
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