Mika con el maravilloso che thap cam, un tipo de ché (sopa fría de postre típica de este país) que contiene leche de coco, gelatina, habas verdes, loto, etc. mezclado con hielo picado). Picada por la curiosidad, se atrevió a aventurarse en uno de esos locales tan castizos que la ponían y nos limitamos a apuntar a lo que estaban bebiendo otros para terminar conociendo esta deliciosa bebida.
Para nuestro segundo día en Hanói decidí emplear una técnica ya utilizada anteriormente en Tokio: escribir "Hanoi free guide" en Google y a ver qué carallo pasaba. El resultado fue bastante similar. Acabé topándome con la web http://hanoifreetourguides.com, y a través de ella conocimos a Hiếu (de nombre completo Trọng Hiếu Nguyễn, facilitooo) y a sus dos amigas.
Nos levantamos por la mañana, bajamos a recepción y ahí lo teníamos, esperándonos diligentemente. A pesar de ser un lugareño, al principio andábamos un poco perdidos por el barrio antiguo, pero acabamos yendo al lago de Hoan Kiem de nuevo como primera parada. Me preguntaba si ya habríamos dejado todo visto para sentencia, pero Hiếu nos demostró que todavía nos quedaban muchas cosas por ver. La mala suerte quiso que ese día todos los museos estuviesen cerrados, pero el Hoa Lo nos abrió sus tétricas puertas de par en par.
Se trata de una prisión construida por los franceses en el año 1896 (como reza el Maison Centrale a la entrada). Pese a que estaba pensada para unos 450 presos, terminó albergando a más de 2000 prisioneros. Lo cierto es que no era ningún Alcatraz (hablando de Alcatraz, ¿sabíais que en realidad sí hubo tres presos que lograron huir de allí?), porque durante su existencia se cuentan por centenares los presos que han logrado escaparse, la mayoría de ellos a través de los sumideros. La foto de arriba retrata algunos calabozos en donde se hacinaban los presos, pero aún más tétricas resultan las celdas de aislamiento, para aquellos más rebeldes, que me recordaron a las de Auschwitz.
Había otras en donde los prisioneros se pasaban casi todo el día con un pie metido en un grillete y el otro libre, como se puede ver en la foto anterior.
Durante los años 30 y 40 fueron encarcelados aquí varias personas que terminarían siendo a la postre los líderes del movimiento comunista de Vietnam del Norte. Como no podía ser de otra forma, escaparon por los sumideros y así consta en una estatua que retrata a varios presos en plena fuga por tan putrefacta vía.
Esta es también una prisión muy conocida para el ejército estadounidense, puesto que varios militares de renombre dieron con sus huesos aquí. De hecho, el apodo que le pusieron es más conocido incluso que su propio nombre real: se referían a él como el Hanoi Hilton. Los más conocidos son Pete Peterson, que se convertiría posteriormente en el primer embajador estadounidense del Vietnam unificado, y sobre todo John McCain, candidato republicano a presidente las pasadas elecciones.
El propio McCain visitó la prisión en el año 2008 para mostrársela a su hijo. En realidad ya había visitado Vietnam en otras siete ocasiones, para tratar de fomentar una buena relación entre ambos gobiernos. Me acuerdo de estar viendo estas fotos y pensar: "Pues no los trataban tan mal". En las fotos se veía a prisioneros celebrando la navidad, jugando al billar, recibiendo cartas de su país... Me imaginaba que uno, en una prisión durante una guerra, no puede esperar más que vivir en eterna pesadilla, y eso fue lo que pasó, en palabras de McCain. Así que lo que estaba viendo era, en su opinión, propaganda comunista. Los pies de foto y demás textos comentaban los prejuicios que tenían los occidentales respecto a los comunistas vietnamitas, y en un primer momento no pude evitar pensar en las atrocidades que había cometido Estados Unidos, como para esperar clemencia en el trato. Supongo que la verdad es una mezcla entre la opinión de las dos partes partida por dos.
A McCain la sangre de militar le corría por las venas. Su padre y su abuelo eran almirantes de cuatro estrellas, y tal vez esa fue la razón por la que los vietnamitas querían mantenerle vivo a toda costa. En su visita recordó que todavía guardaba rencor a algunos de los guardias, no por el trato que le habían dispensado a él (palizas, dos años en la celda de aislamiento, etc.), sino por haber matado a algunos de sus amigos. En sus cinco años y medio de estancia, intentó ahorcarse dos veces, pero los guardias consiguieron cortar la cuerda a tiempo.
¿No os habéis preguntado alguna vez por qué tiene esa forma tan extraña de levantar los brazos? Pues la respuesta está en las lesiones que se produjo al aterrizar después de salir expulsado de su avión aquel fatídico 26 de octubre de 1967. Se rompió los dos brazos y una pierna, y célebre es la foto de su captura. Él dice que le dieron una buena somanta cuando lo recogieron.
Después de esta visita preguntamos a Hiếu y a sus dos amigas dónde podíamos degustar comida vietnamita tradicional. Nos llevaron a un restaurante en el que todo estaba exquisito, pero de cuyos nombres lamentablemente ya me he olvidado. Allí Hiếu nos deleitó también con su curiosa habilidad para tocar la flauta con la nariz. ¡Y tiene otras! Es un auténtico experto caminando hacia atrás (de hecho lo hacía casi todo el tiempo mientras hablaba con nosotros), hace trucos de magia y, según recuerdo, toca otros instrumentos.
Pero si Hiếu era un tipo genial, sus dos amigas no le iban a la zaga. Una de ellas se desvivió para conseguirnos entradas para el teatro de marionetas de agua, especialmente famoso en esta ciudad. La verdad es que fuimos sin demasiadas pretensiones, pero a mí me dejó impresionado, tanto el espectáculo en sí como, sobre todo, el embrujador sonido del dan bau, un instrumento de una única cuerda prácticamente invisible para el espectador (hasta el punto de llegar a preguntarse: "¿pero de dónde diablos sale el sonido?").
Aquí se puede apreciar claramente, aunque yo personalmente me quedo con la interpretación del que vi. No lo borré en vídeo porque quería disfrutar del momento y, además, no estaba permitido (había que pagar una tarifa y antes de entrar no sabía que fuese a merecer tanto la pena).
He aquí una demostración de este teatro:
Como se puede apreciar, juegan con fuego y hay una orquesta a uno de los lados que aporta la banda sonora (aunque no se vea).
Otro lugar que aparece en cualquier guía de Hanói es el Templo de la Literatura.
Fundado hace case un milenio (1070), está dedicado a Confucio, como puede apreciar todo aquel que sepa chino (o incluso japonés) por la cantidad de ideogramas dibujados con flores que ilustran los principios confucianos. Aquí se estableció la primera universidad vietnamita en 1076. ¡Pa que luego hablen de las nuestras! De todas formas, no se incluye en una posible clasificación de las más longevas. Puede que, entre otras cosas, porque hasta 1442 estaba reservada exclusivamente a los de alta alcurnia. Muchos saben que la universidad más antigua de Europa es la de Bolonia, pero las dos con más tradición no son tan conocidas: Al-Azhar en Egipto (ya me imagino qué método siguieron para elegir el nombre) y Al-Karouine en Fez, Marruecos. No tenía ni idea, mira tú por dónde.
Este templo contiene una estatua conocida por todo aquel estudiante en vísperas de exámenes, o con exámenes a la vuelta de la esquina: una grulla sobre el caparazón de una tortuga (en la foto). Por lo que parece, es una estatua habitual en muchos templos vietnamitas. Por lo que leo de un lugareño, en la cultura vietnamita la tortuga y la grulla son un símbolo de vitalidad y longevidad. Sin embargo, a mí me da que la grulla y/o la tortuga también representan la sabiduría. La razón estriba en esa marca en la cabeza que tiene dicho reptil, fruto de miles y miles de manos que la frotan para tener suerte en los exámenes. Supongo que lo hacen porque quieren obtener sabiduría.
He aquí otro lugar famoso de Hanói, la pagoda de un solo pilar.
Y he aquí las 2:23 de la mañana y yo escribiendo ya más de dos horas. En fin, tengo que terminar ya con una foto de nuestros amiguitos:
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