Todo el mundo tiende a considerar el japonés una lengua más difícil, por la barrera que representa su sistema de ideogramas denominados
kanjis. Hay teóricos del lenguaje que defienden la idea de que cualquier persona, nazca donde nazca, acabará aprendiendo sin problemas la lengua de su país natal, por lo que desde ese punto de vista todas las lenguas poseen la misma dificultad. Esa vendría a ser, grosso modo, la idea subyacente tras la gramática generativa de Chomsky: los niños poseen un conocimiento innato de la gramática elemental común a todas las lenguas humanas, lo cual explica la inmensa productividad de los idiomas (como derivan por diferentes senderos partiendo de un núcleo) y la velocidad a la que aprenden los infantes. Sin embargo, la dificultad que entraña aprender una lengua extranjera a partir de una determinada edad, no de forma innata y natural, es harina de otro costal. Puede que objetivamente (desde el punto de vista de ese innatismo) la curva de aprendizaje sea similar, y puede que de poco sirva preguntar a estudiantes de ambas lenguas extranjeras, pues probablemente ambos se quejen igualmente de la dificultad que presenta. Pero yo, sin ser nativo de ninguna, afirmaría personalmente que el chino es más difícil (por su mayor complejidad tonal en el plano fonético, aunque el inglés tampoco sea manco, por su necesidad imperiosa de transformar en kanji todo extranjerismo y dificultar así la comunicación, etc.). Sin embargo, manejar el alfabeto latino condiciona probablemente mi opinión. ¿Qué opinaría un japonés?
Con todo, hoy estamos aquí para animar a los estudiantes de japonés. En primer lugar, las dificultades del idioma para los propios nativos: se dice que los japoneses desconocen muchos kanjis o ciertas palabras que resultan de su combinación, pero de la misma forma yo desconozco palabras como lucharniego o gollizno. Un conocido mío solía (y mucho me temo que suele) acosar a los japoneses con sencillas o enrevesadas consultas lingüísticas: el no ver aclarada su duda ipso facto le hacía pensar irremediablemente que nunca llegaría a adquirir soltura, si los mismos nativos les idioma pasaban aprietos para explicarle con profusión el porqué de la aplicación de una u otra regla. Pero es que, por una parte, no está preguntando a expertos y, por otra, ni siquiera nosotros mismos (ya no los nativos, sino incluso los de letras) sabríamos explicar al instante cualquier duda lingüística con todo lujo de detalles. Por lo tanto, antes de que nos invada la desazón, preguntémonos si no nos ocurriría lo mismo a la hora de resolver dudas de nuestro propio idioma.
De hecho, hay ámbitos del japonés donde se podría llegar incluso a decir que este idioma es más fácil e intuitivo que el español. El ejemplo de hoy pertenece al lenguaje especializado de medicina. Se podrían analizar muchos ejemplos, pero me voy a limitar a uno solo, que contiene a su vez varios términos habituales en medicina y estuvo en boca de todos hace poco. Se trata del siguiente: 腸管出血性大腸菌.
A primera vista puede parecer complicado, pero resulta tan descriptivo que una vez leído no solo es fácil de recordar, sino que además de saber el nombre habremos aprendido cuáles son sus propiedades. Analicémoslo por partes.
腸管: tracto intestinal. De 腸 ('intestino') y 管 ('tubo', 'conducto'). Idea:
tubo del intestino.出血性: hemorrágico. De 出 ('salir'), 血 ('sangre') 性 ('naturaleza'). 出血 es el término 'hemorragia' al que se le añade 性 para convertirlo en adjetivo, es decir, que contiene las propiedades inherentes a la hemorragia, ergo
hemorrágico. Idea:
sale sangre.大腸菌: se vuelve a repetir el kanji anterior de intestino, con el kanji de 'grande' (大) antepuesto. Lógicamente esto significa 'intestino grueso', y 菌 es el kanji para 'bacteria'. Idea:
bacilo de intestino grueso. El término médico para este 'bacilo del colon' es, mire usted,
colibacilo*, que la RAE define tal que
asín:
colibacilo.
(Del gr. κῶλον, colon, y bacilo).
1. m. Biol. Bacilo que se halla normalmente en el intestino del hombre y de algunos animales, y que, en determinadas circunstancias, puede producir septicemias.
¿Cuál es la versión en castellano del término al completo?
Escherichia coli enterohemorrágica. Juzguen ustedes mismos.
Se podrían poner numerosos ejemplos al respecto y ahondar en este tema, pero no es el objetivo de este blog divagar en demasía sobre cuestiones lingüísticas (por falta de tiempo, más que nada), aunque a veces es irresistible.
Sirva esta entrada para animar a todos los que estudiamos esta lengua tan apasionante.
*Este término también se podría traducir por
Escherichia coli en realidad, pero no quería desvelar ese nombre tan intrincado hasta el final del artículo. Hay muchos tipos de
Escherichia coli. Según lo que he visto en 学べるニュース, la E. coli a secas vendría a ser generalmente la patogénica, por así decirlo la "buena y habitual", necesaria incluso para la digestión de alimentos y la producción de vitaminas. Es maravilloso ver cómo lo explican en este
estupendo programa, con dibujitos adorables (a partir del minuto 9). Aunque no se sepa japonés, se puede ver cuándo aparece el malo de la película, je, je.
Consulten con profesionales, amigos, porque servidor carece de conocimientos médicos. De hecho, como dice Punset: "corrígeme si me equivoco" (¿alguna vez le han corregido?).