sábado, 25 de octubre de 2008

Bulgaria highlights: Plovdiv and Veliko Tarnovo (y 2)

It's time for part two of our two-part series "Bulgaria highlights". Now, after fulfilling one of our lifetime dreams, visiting Plovdiv, we asked Liliana what other "tourist attractions" were worthwhile. As I mentioned earlier, the not very wide range of choices was narrowed down to two: Veliko Tarnovo and Pleven. Since the former had been a former capital, we decided to visit that one. Our expectations weren't particularly high, so it turned out to be a nice surprise. What is there to see here? The cathedral (minor tourist attraction), the medieval stronghold of Tsarevets (major one) and the Church of SS. Peter and Paul, at the top of the aforementioned stronghold. Don't forget to check out the modern paintings inside.

Once again, I need to wrap this up. More info about this short trip later. Or maybe I'll just make up another entry about the pending trips (Bucharest and Istanbul).

Laura, our tourist guide for the ocassion.

Church, walls and river, from right to left (ahem).

Diego and Laura walking ahead, with the church in the background.

A desperate cry for freedom.

viernes, 24 de octubre de 2008

Bulgaria highlights: Plovdiv and Veliko Tarnovo (1)

If you ever make it to such a joyful and prosperous land like Bulgaria, you might want to wander off the beaten path, i.e. Sofia, and take a bus to either Pleven, Plovdiv or Veliko Tarnovo. We had to choose two out of those three, and Pleven turned out to be the odd one out. No hard feelings, Pleven. As Diego always puts it, "that way we'll always have something to see when we come back". Now... coming back to Bulgaria? That's a long shot, fella.

Plovdiv was the first stop, and also the city in which Liliana, our host, had lived an indefinite number of years ago. It the second largest city in Bulgaria, after you know which one, and it's also known as the city of the seven hills. Back in the rather old days, when the Romans made it the capital of Tracia, it was called Trimontim. which only goes to show that:

1) Numbers was not the metier of the Romans.
2) The Romans were not adept at finding and/or counting hills.

From the old city you can easily spot 6 of them. On the way up you might want to stop and admire the Roman Amphiteathre, which dates back to the II century AD, and was discovered accidentally during some infrastructure works in the 70s to repair the mess made by a landslide. According to a friend of mine, called Mr. Wikipedia:

It was built under the orders of Trajan the Roman Emperor at this time, and is the largest surviving Roman construction in Bulgaria today. Built with around 7,000 seats, each section of seating had the names of the city quarters engraved on the benches so the citizens at the time knew where they were to sit. The theatre was damaged in the 5th century AD by Atilla the Hun.


We didn't have a lot of time to spare, so we basically walked around the city, visited a mosque and got up to where the sultan used to pray (thanks to the Bulgarian proficiency of our friend Liliana, who has this amazing ability to grant us access to where few tourist/foreigners had ever set foot on), let Diego take a handful of pictures at that McDonald's sign in cyrillic...

Well, I'll just post a picture now and add some more tomorrow, because I gotta wrap this up or the fellow waiting to use the "internets" is going to stab me in the back.


Plovdiv's old city lies ahead.

The Roman Ampitheater.

domingo, 19 de octubre de 2008

Bulgaria, tierra de "sonrisas"

Ha transcurrido ya una semana de nuestro viaje por Europa del Este y creo que merece la pena aprovechar la oportunidad que me concede el poder apoderarme por unos minutos de este lindo portátil para escribir unas líneas.

Ahora mismo Diego y yo nos encontramos en Sofía, capital de Bulgaria, en donde Liliana ha tenido la gentileza de hospedarnos e incluso irnos a recoger al aeropuerto. Ni cortos ni perezosos, lo hemos convertido en nuestra especie de centro de operaciones, desde el que viajaremos a Rumanía, Serbia, Macedonia y Turquía. Ya hemos cubierto nuestra primera escala con la visita a Bucarest, que dejaremos para otra entrada, cuando dispongamos del material necesario, verbigracia fotos y vídeos. Por lo pronto, creo que esta ciudad y su gente se merece un capítulo aparte.

Bulgaria ha sido, junto con Rumanía, el último país en integrar esa gran hermandad de estados denominada la Unión Europea. Y si bien su supuesto esfuerzo por llevar a cabo tal hazaña no deja de ser encomiable, no deja de transmitir una continua sensación de que todavía queda mucho por hacer.

En el círculo rojo pone "Tú estás aquí" (en la Unión Europea se entiende). Las intenciones son buenas, desde luego.

Es el país de la tergiversación: se niega asintiendo y se afirma negando. ¿Qué quiere decir eso? Que mover la cabeza a los lados significa 'sí', mientras que agitarla de arriba abajo quiere decir 'no'. Las comidas y los cafés se toman bien templaditos, ni siquiera con un "very, very, very... very hot!!!" se consigue, tanto aquí como en Rumanía, un café bien calentito. Hoy hemos aprendido la expresión en búlgaro (gracias Liliana) y sí que ha funcionado. Claro que nos han mirado como bichos raros y nos han dicho que tendrían que calentarlo en el microondas. ¿Pero cómo se hace el café en este país?

Uno de los aspectos negativos del país es la corrupción. Al parecer Bulgaria ha dejado de recibir ayudas de la UE porque el dinero destinado a construir puentecicos y fondos para otros proyectos acababa en las manos equivocadas, y es que cuando los propios taxistas te dicen "Cuidado con la policía", nada bueno se puede esperar. La corrupción es tal que los policías se inventan sanciones para tratar de recaudar. Si tu permiso de residencia caduca el 20 de noviembre y tú vas el 15 a renovarlo, te dirán que se te va a imponer una multa por no hacerlo con una semana de antelación (ley no escrita), y pasarán a dejarse en evidencia ellos mismos poco después diciendo que 10 euros de multa no es tanto para un español (es decir, nosotros somos un euro andante para ellos).

El transporte deja mucho que desear. Tardábamos tanto en sacar un billete de tren que decidimos dar una vuelta hasta que la funcionaria de turno lo tuviese preparado. Pero cuál sería nuestra sorpresa que cuando volvimos la muy inútil ya lo había cancelado. Puedes pagar con tarjeta en los putiferios, pero no puedes utilizarla para sacar un billete de tren... ¡internacional! Y los taxistas son un mundo aparte... Llega un momento en sus vidas en donde deben decidir seguir el lado oscuro de la fuerza o mantenerse al lado de la justicia. En Sofía solo hay que hacer caso a los taxis con un distintivo en la parte trasera del coche, al lado del conducto del depósito y con un número de teléfono impreso que empieza por 973. Esos son los taxis Skywalker, mientras que casi todos los demás son Darth Vaders en potencia, que llegan a cobrar un precio final que quintuplica como mínimo el habitual. Vamos, que puedes entrar vestido en un taxi y salir en gallumbos como no andes al loro.

Los búlgaros parecen vivir en un permanente estado de mala leche. Nada más llegar al aeropuerto cogimos un taxi para ir a casa de Liliana. El taxista, ya de por sí con cara de pocos amigos, abrió el maletero y yo me dispuse a encajar la maleta en el receptáculo, pero según mis cálculos no había sitio suficiente y yo me quedé mirando con cara de resignación. El taxista me miró como si fuese un auténtico deficiente mental y la colocó a hostia limpia en su posición adecuada. Diego fracasó asimismo en su intento por colocar la maleta y el hastiado conductor volvió a hacer lo propio. No es el único ejemplo: cuando compramos unos bocadillos para tener algo que comer en el tren de camino a Bucarest, la encargada nos los vendió con una cara que parecía decir "¡coged los bocatas y largaos con viento fresco, cabrones!". Ciertamente me recordó a ese capítulo de Los Simpson en donde dos personas están jugando al ajedrez y, tras acabar la partida, el perdedor tira todas las fichas como si montase en cólera pero diciendo "¡Buena partida! ¿Jugamos otra?". Bulgaria es la quintaesencia del mal humor. Sirva como ejemplo nuestra "conversación" con el revisor del tren a Bucarest, un amante de las frases compuestas por una sola palabra.

(Diego y Cygnus suben al tren y, en dirigiéndose a su compartimento, oyen una sutil y delicada vocecilla a sus espaldas)
-TICKET!!!

(Diego y Cygnus le entregan los billetes)
-TOMORROW TICKET TO YOU!!! (quicir, mañana te devuelvo el billete)

(1:00 AM, frontera búlgaro-romana)
(Toc-toc-toc)
-PASSPORT!!!

(2:00 AM frontera romano-búlgara)
(Toc-toc-toc)
-PASSPORT!!!

(5:55 AM, cerca de Bucarest)
(Toc-toc-toc)
-TICKET!!!
(el revisor nos devuelve los billetes)

(6:05 AM, estación de Bucarest)
(Tras haber consultado el reloj de la cámara, perfectamente adaptado a la hora española y no a la búlgara, pensábamos que nos quedaba todavía una hora para llegar al destino, así que nos volvimos a la cama. La consecuencia fue lógica:
Toc-toc-toc)
-BUCAREST!!!

El revisor, pues, quería hacernos salir amablemente de nuestro error. Y así llegamos a Rumanía. Claro que eso será objeto de otra entrada.

lunes, 13 de octubre de 2008

(Facebook) Eastern Europe Tour 08

As I mentioned in an earlier post, I'm currently travelling around some Eastern Europe countries. Right now Diego and I are in Rome until tomorrow the 14th, and on Wednesday morning we'll head further west towards Bulgaria. Right now the plan is to head inmediately for Romania upon our arrival, and stay in Bucharest until 10/17, then make it back to Sofia, spend a couple of days there and catch the plane on 10/22 to Istanbul, Turkey. We'll get back to Sofia on 10/25 and travel to Serbia and Macedonia in those days until our comeback, on October 31st. We jokingly name it the Facebook Tour because we are trying to cover as many countries as we can in our "Where I've been". We are also currently working on our plan to visit Russia, Brazil and India, in order to make our percent skyrocket in an extraordinary way %^D. This is a joke again, but I look forward to visit those countries anyway.

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Escribo estas líneas desde el hostal de Roma. Hoy nos hemos levantado a las 7:30 para cubrir (en mi caso por tercera o cuarta vez) la parte este de la ciudad, incluyendo visitas al Coliseo, Foros a gogó, Palatino, Plaza de España, Fontana de Trevi, la preciosa Basílica de Santa María la Mayor, etc. Como diría mi hermana en estos casos: "¡estaba todo roto, puaj!". El Coliseo sigue siendo uno de las construcciones que más me ha impresionado, nunca está de más volverlo a ver. Mañana nos centraremos en el Vaticano, el Castello Sant'Angelo, la Plaza Navona y en definitiva la parte oeste de la ciudad. Terminaremos nuestra visita con un encuentro: hemos quedado con Mariella, una simpática italiana que conocí en mis últimos días en Japón. Qué mejor forma de despedirnos de Roma que cenar en el restaurante favorito de una auténtica italiana. Después nos dirigiremos a Sofía, Bulgaria, pero nada más llegar partiremos hacia Rumanía para visitar Bucarest y Craiova. Después volveremos a Bulgaria para visitar Plovdiv, la Florencia de Bulgaria (es curioso, a San Petersburgo se le llama "la Venecia del Norte", ¿acaso todo se compara con Italia? ¿por qué no hay un Lugo del Oeste?). Después de Plovdiv nos centraremos en Sofía y a continuación cogeremos nuestro avioncito a Estambul. Volveremos el 25 para viajar a Serbia y Macedonia. Pero ese relato lo dejaré para otra entrada.

viernes, 10 de octubre de 2008

Las palabras comodín (1)

En cada idioma existe una clase de términos cuya función no es precisamente loable, pero que sin embargo la gente, especialmente los jóvenes, utiliza con profusión. El also alemán y el stuff, you know o like inglés son algunos exponentes. Algunas se denominan muletillas o coletillas, pero hay otro tipo de vocablos cuyo análisis resulta si cabe más interesante: las llamaremos comodines, porque muchas veces vienen a cubrir un hueco que el hablante no ha sabido rellenar apropiadamente, ya sea por ignorancia o por pura vagancia. Veamos un ejemplo exagerado del abuso de estos vocablos:

"O sea, a mí esa movida me parece rrrrrollo así así, pero si tú dices que tal, a mí pues no sé, ¿sabes?"

Si bien es inventado, puedo asegurar que a lo largo de mi vida he tenido el placer de escuchar frases repletas de comodines que se convierten automáticamente en jeroglíficos solo descifrables por el contexto, un alto grado de conocimiento del interlocutor y una mente despierta. Comenzamos la frase por el giro que habitualmente se usa para ilustrar una desmesurada pijería: o sea.

De entre todas las coletillas, muchos le tienen una especial manía a este ejemplar. Y no es para menos. Su uso debería restringirse a una reformulación del enunciado, pero no deberían en ningún caso abrir un discurso, como en la frase del ejemplo. Ese primer o sea es perfectamente omisible. Mi tirria personal hacia el o sea me hace decantarme por una de estas tres opciones, ordenadas según el registro:

  • esto es: úsese solo en la expresión escrita, so pena de provocar fruncimientos de ceño al emplearlo en el habla.
  • es decir: la versión más neutral; reformule a placer sin hacer chirriar los oídos.
  • quicir: la versión coloquial, cómica y totalmente incorrecta. Si opta por un discurso relajado y aparentemente descuidado, esta es la suya, onrado horador.
El segundo de los elementos no le va a la zaga al primero en cuanto a difusión: movida.

He aquí pues una palabra que puede sustituir a casi todo sustantivo abstracto y concreto que se le ponga por delante, aunque en principio se refiere a un "movimiento o actividad". A mí me gusta caminar por los parques y a Pepito le encanta montar a caballo, pero a Pepita simplemente no le van esas movidas. Un hecho que puede dejar patidifuso a Mengano despertará un "¡Qué movida!" en Mengano. No es reprobable su uso, pero no deja de empobrecer el discurso si lo usamos constantemente para evitar mencionar con más precisión aquello de lo que se habla.

Pasamos a la tercera, no tan común: rollo. Este uso está bastante extendido en el círculo de amigos del escritor, y dista de referirse a algo aburrido o latoso. Un ejemplo de su uso:

-Ayer Fulano no tenía dinero para ir al cine, así que se descargó una película en su ordenador.
-Rollo rata. ('Qué chico más tacaño')
-Vaya, iba a usar la tarjeta de descuento del Gadis para entrar en el metro, je, je.
-Rollo subnormal. ('Vaya despiste el tuyo' / '¿Serás capullo?')

Otro elemento simplificador cuya estructura vulnera incluso las reglas sintácticas.

A continuación, un clásico: y tal. Puede ejercer su función de comodín para sustituir a un sintagma o llevar con orgullo los galones que caracterizan a una buena muletilla que nada aporta al discurso. Dos ejemplos:

-¿No vas a hacer los deberes?
-No, es que hoy estoy bastante cansado y tal.

Nuestro interlocutor ha comprendido perfectamente el mensaje hasta la conjunción copulativa, lo único que parece otorgar este y tal es un matiz suave, pero en realidad carece de significado. Si bien no resulta muy elegante, peor es el siguiente:

-¿Qué tal ayer con la chica?
-Muy bien, estuvimos paseando y tal...

¡Alehop! Una perfecta combinación de la susodicha muletilla con un final de frase inacabado, un rasgo que suele caracterizar a los gallegos. Mil detalles se podrían contar de ese paseo vespertino. ¿Acaso le siguió una velada romántica en un lujoso restaurante? ¿Compartieron los amantes mágicos momentos en lo alto de un rascacielos nipón? Con una oración así, nunca lo sabremos.

Terminamos con uno menos grave: el ¿sabes?, ¿vale? o ¿me entiendes? Por mi propia experiencia he de deducir que estos reafirmadores del discurso, por así llamarlos, son muy populares entre los castellanohablantes de las regiones catalanas. En mis conversaciones con mi amiga valenciana Lucía no importa cuán atento esté a sus palabras, ella siempre querrá saber si estoy captando toda la esencia de su mensaje con sus frecuentes "¿vale?". A veces siento ganas de responder "Sí, claro que vale, ¿por qué no va a valer? Tú procede, que yo te sigo, no te preocupes". Por el noroeste se restinge más su uso a aquellos momentos en que realmente se requiere una confirmación por parte del interlocutor. Es decir, una frase como:

-Estábamos el otro día en la playa, ¿vale?

es un tanto chocante para un gallego, que no comprende por qué ha de confirmar su presencia neuronal durante el relato.

¿VALE?

martes, 7 de octubre de 2008

LXXVIII comida familiar

Cygnus Nazca inaugura la "LXXVIII comida familiar":

«Es para mí un motivo de honda satisfacción estar de nuevo presente en tan señalado acontecimiento. Mi trasero inquieto y mis ansias viajeras me impiden asistir con la asiduidad que merecen estas entrañables reuniones. El tiempo no pasa en balde, y he aquí presentes varias generaciones de la familia. En primer lugar está la representada por Óscar (14), Laura (17), Andrea (18) y yo (26), la quintaesencia de la juventud; después están las personas de edad más avanzada, como Paula (29) o Xusto (3pico), gente curada de espantos que lo ha vivido ya casi todo, cuya única preocupación es pagar hipotecas y empezar a sopesar planes de pensiones. Y después está la total decrepitud, cercana a la fosilización, de nuestros mayores...

(silencio sepulcral)

»Queeeee por desgracia no han podido venir hoy y que han sido reemplazados por estos bravos y gallardos mozalbetes, aún en la flor de la vida, que encarnan y defienden a capa y espada con su espíritu bizarro los valores que llevan fluyendo durante siglos por las venas de esta noble familia, y que han hecho de los Doval una estirpe de legendarias raíces y no menos proverbial futuro. Por otra parte, aún no han redactado su testamento, así que hasta llegado el momento les debemos todo nuestro respeto, simpatía y cinismo. Como buen dipsómano que soy, alzo mi copa en su honor aun sin haber empezado a comer.»


Declaraciones de Cygnus Nazca sobre el tema "paternidad":
Amigo anónimo: Pues yo lo tengo muy claro, quiero tener cinco hijos. ¡Por el bien de la humanidad!
Cygnus Nazca: En eso estamos de acuerdo. Yo no quiero tener ni uno solo. ¡Por el bien de la humanidad!

Véase cómo cuidar a un bebé.

Nota: los comentarios despectivos atribuidos a un supuesto discurso pronunciado por C. Nazca durante una reunión familiar son totalmente ficticios y no se corresponden en absoluto con el profundo respeto de este individuo hacia sus progenitores y demás allegados. Todo sea por el bien de la comedia. Si es que la hay...

sábado, 4 de octubre de 2008

日光 - Nikko, belleza ácrona (y 3)

En la última parte de mi análisis solo quiero mostrar mi rincón favorito de Nikko, que ya apareció en una foto de la entrada número 2. ¿Por qué el sonido del agua corriente es tan relajante? ¿Sabíais que si acercáis a un bebé a un sonido de este tipo conseguiréis calmarlo? Por lo que parece, la razón es que le recuerda a la quietud de su antigua época en el vientre de la madre. Lo curioso es que alcanzar tal sosiego no es exclusivo de los bebés. A mí este sitio me transmitía una enorme placidez. ¿Será un aséptico vídeo capaz de transmitir tal sensación?