Después de tanto tiempo en Japón, hoy he entrado por primera vez en un Book-Off para comprar el primer tomo de Saint Young Men, un curiosísimo manga que narra las aventuras y desventuras de... ¡Jesucristo y Buda! Pero no acaban ahí las sorpresas. Como no podía ser de otra forma en un manga japonés, ambos comparten piso en Tokio (yo diría que por la zona de Tachikawa, ya que suelen mencionarlo en lo poco que he leído).
Lo cierto es que es un manga muy simpático, aunque en la caracterización de los personajes Jesucristo sale perdiendo. Buda responde a la idealización: la quintaesencia de la serenidad, la empatía y la compasión. Jesús, por su parte, es todo buenas intenciones, pero obra de forma torpe e inocente. Es un fanático de los blogs y le gustan los videojuegos y las nuevas tecnologías en general. En el tomo 2, que estoy leyendo ahora, aparece en cada capítulo un texto en clave humorística que caracteriza a ambos personajes. En uno describen cuándo se sienten tristes (como si les preguntaran a ambos, y estas son las respuestas).
Definición de bajón para Buda: que no salgan las cuentas del hogar.
Definición de bajón para Jesucristo: cargarse el artículo del blog al pulsar "Atrás" en el explorador.
Jesús y Buda llevan una vida normal y corriente, pese a su sagrada procedencia y divina Providencia. Aquí radica buena parte de la gracia. A Jesús suelen confundirlo con Johnny Depp, mientras que a Buda por ejemplo le duelen horrores esos largos lóbulos al salir una noche de invierno. En esa ocasión Jesús se los mete dentro de los oídos para evitar que vayan colgando y Buda musita «Completo silencio...» para luego exclamar a los cuatro vientos (alzando el tono en exceso sin ser consciente al tener tapados los oídos): «¡No me había dado cuenta de que los orejones eran un atajo para llegar al nirvana!». En otras ocasiones se enfrentan al dilema de estar en su derecho de obtener descuentos por tercera edad (teniendo en cuenta su fecha de nacimiento...)
«Mira, ahí pone que hay un descuento del 50% para mayores de 80 años. ¿A nosotros se nos considera ancianos?»
«Hombre, yo diría que somos bastante ancianos. Pero creo que no va a colar.»
«Hombre, yo diría que somos bastante ancianos. Pero creo que no va a colar.»
Quizá lo más interesante no sea la historia o las gracietas en sí, sino en saber que la aparición de ambos personajes no ha suscitado la ira de nadie que haya salido a la palestra para defender a capa y espada una supuesta imagen conspicua e impoluta que se debería reflejar de ambos símbolos de sendas religiones. Ya era consciente de la libertad de expresión del cristianismo en ese sentido (¿quién no conoce las tiras de ¡Dios mío!), pero saber que el budismo tampoco impone una prohibición tácita al respecto es de agradecer. Sin embargo, todos somos conscientes de que no habría tanta libertad en caso de tratarse de Mahoma. Todos sabemos lo que ocurrió con la discoteca La Meca, que se vio obligada a cambiar tanto nombre como diseño. Desde aquí emplazo a los dibujantes de mangas japoneses (mangakas) a echarle huevos al asunto y crear un cómic con Mahoma como protagonista. A poder ser, con un toque ligeramente gay, para que la libertad de expresión sea completa. No debería haber ningún problema si, como en Saint Young Men, todo se hace sin mala fe :-).