domingo, 20 de septiembre de 2009

El tren... nocturno habitual (2/2)

Vivir en Japón teniendo que coger trenes de hora punta acaba produciendo el llamado síndrome de la sardina enlatada. Y no es para menos, si tienes la desgracia de tener un trabajo normal y coges el metro a primera hora de la mañana, prepárate para encajar en el vagón cual pieza de TETRIS. Es entonces cuando los "empujadores" de las estaciones hacen acto de aparición, para asegurarse de que las puertas se cierran correctamente con el pescado bien empaquetado dentro. Si vislumbras su figura en el andén, ya sabes lo que te espera: un tren atestado en el que la primera postura que cojas será la elegida para el resto del viaje.

Mi trabajo de autónomo (que no autómata japonés) me evita tener que coger esos trenes tempraneros, pero la aglomeración para coger alguno de los últimos trenes nocturnos es inevitable. Volviendo a casa hace un tiempo me encontré con este panorama.


Hay casos peores, pero la verdad es que puede ser todo un problema no estar colocado en el lado correcto, es decir, aquel por el que las puertas se abren en la estación deseada. Afortunadamente tuve suerte esta vez, y no pude evitar grabar con el móvil lo que espera a esos lucenses que me van a visitar.

1 comentario:

  1. desde luego que yo iría en el porta equipajes...¡es donde más sitio libre hay!
    saludos (Cristóbal)

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