viernes, 23 de enero de 2009

¿Atrapados? en Bangkok (2)

Ya han pasado dos meses, pero la verdad es que, por unas cosas o por otras, creo que resultará harto difícil olvidarme de mi periplo tailandés. Como no podía ser menos, todo comenzó en Bangkok. Mientras la tensión se respiraba en las casas de algunos familiares de los turistas atrapados en Bangkok, en realidad lo único que se respiraba en la capital tailandesa era la omnipresente contaminación. Para qué engañarnos, era casi imposible darse cuenta de que estaba pasando algo si uno caminaba por la ciudad.

Así que le dedicamos unos cuantos días a Bangkok. Quizá las tres visitas fundamentales son Wat Po, el Gran Palacio y Wat Arun. Lo que hicimos el primer día coger el bus turístico que surca el río Chao Phraya y detenernos en los principales lugares de atracción turística. Nuestra primera parada fue, precisamente, Wat Po.



También llamado Wat Phra Chetuphon, es el mayor templo de Bangkok, y también el más antiguo. Está dividido en dos secciones: una contiene las habitaciones de los monjes, mientras que en la otra se concentran los edificios religiosos. El primer edificio del recinto, protegido por altos muros, se construyó en el siglo XVI, pero el lugar no empezó a adquirir importancia hasta el establecimiento de Bangkok como capital, allá por el año 1782, cuando el rey Rama I construyó un palacio sobre la hoy orilla este de la ciudad.

Los primeros reyes consideraban este lugar como fuente de educación pública, por lo que se denominó la primera universidad del país. A lo largo del recinto pueden encontrarse cientos de figuras, entre ellas 689 rescatadas de Ayutthaya, la antigua capital del país. Sus puertas principales son de nácar y el interior presenta murales que describen la vida de 41 discípulos de Buda.


Wat Po tiene como mayor aliciente su enorme Buda yacente, el mayor de Tailandia con sus 46 metros de largo por 15 de alto, completamente cubierto de pan de oro.

En sus pies aparecen incrustaciones de Nácar.
Representa a Buda en el momento de alcanzar el nirvana. De ahí esa cara tan pillina.

Una vez finiquitado Wat Po, nos dirigimos al Wat Arun, justo enfrente. Probablemente a estas alturas ya habréis deducido que wat significa 'templo', y más concretamente 'templo budista'. En el centro se erige un colosal prang (torre de estilo jemer) de unos 80 metros, rodeado de cuatro prangs más pequeños. Su nombre se debe a Aruna, dios indio del alba.


Las vistas desde lo alto merecen la pena, pero como se puede comprobar no es precisamente pan comido subir las empinadas escaleras.


Después de comer averiguamos qué estaba abierto todavía y nos decidimos visitar in extremis la casa de Jim Thompson.


La historia de este hombre no deja de ser curiosa. Jim Thompson era arquitecto de profesión antes de la Segunda Guerra Mundial, pero se alistó voluntariamente en el ejército estadounidense. Sin embargo, cuando llegó por estos lares la guerra ya había terminado, y llegó a Bangkok en calidad de oficial de inteligencia militar del OSS (Oficina de Servicios Estratégicos), la antigua CIA. El tejido artesanal de la seda le llamó tanto la atención que decidió revivir tan noble arte montando su propio negocio, con la compañía Thai Silk Company. Su fama se incrementó con la construcción de su casa, seis edificios de teca que representaban lo mejor de la arquitectura tailandesa tradicional. La mayoría de esas casas tenían al menos dos siglos de antigüedad; se desmantelaron y se trajeron a su ubicación actual.

En su afán por la autenticidad, Thompson respetó las costumbres de los antiguos constructores, por ejemplo elevando las casas una planta como medida para evitar inundaciones durante la estación lluviosa, o la pintura roja, un aislante muy utilizado en antiguos edificios tailandeses. En 1959 Jim Thompson se mudó a esta casa, cuyo conjunto y colección artística despertó tanto interés que decidió abrirla al público y donar las ganancias a instituciones benéficas tailandesas y a proyectos destinados a preservar el rico patrimonio cultural del país.

El 26 de marzo de 1967, Jim Thompson desapareció misteriosamente mientras se encontraba de visita en Cameron Highlands, Malasia. Nada se sabe de él desde entonces.

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