martes, 17 de noviembre de 2009

Tori no ichi / 酉の市


El pasado 12 de noviembre fui con Chika a un pequeño festival en Shinjuku que se celebra dos o tres veces al mes al año en noviembre: es el tori no ichi. Si bien el más famoso es el del santuario Ootori (鷲神社, 'santuario del águila') en Asakusa, optamos por ir a uno más cercano, el Hanazono (花園, 'jardín de flores') de Shinjuku.

Este festival, cuyos orígenes se remontan al período Edo, se celebra todos los días del gallo (es decir, cada doce días según el horóscopo chino) del mes de noviembre, razón por la que a veces tiene lugar en tres ocasiones. Sin embargo, la primera de ellas es considerada la más importante. Como ichi significa uno, en caso de haber tres se denominan de formas distintas: ichi no tori, ni no tori y, en caso de haberlo, san no tori.

En sus orígenes representaba el primer festival para dar la bienvenida al año nuevo. Los que se encontraban bajo la protección de la deidad local ofrecían un gallo a Hanamata Washidaimyojin y, tras el festival, acudían al templo Senso-ji de Asakusa para liberar a los gallos frente al templo.

También se le llama "festival del gallo" o "festival del rastrillo", por los rastrillos (kumade, 熊手, que significa 'mano de oso') decorados que se venden en ella. Algunos llegan a alcanzar precios astronómicos de un par de millones de yenes. Al comprarlos, los vendedores aplauden para desear buena suerte. Es lo que se conoce como tejime, 手締め. Como el festival tiene su origen en el período Edo, se utiliza el estilo de esta época para aplaudir. Es decir, que hay tres tipos de aplausos, dependiendo del precio del rastrillo en cuestión:

Ippon-jime (一本締め): tres series de tres palmadas y una final (3-3-3-1)
Nippon-jime (ニ本締め): seis series de tres palmadas y una final (3-3-3-1 3-3-3-1)
Sanbon-jime (三本締め): nueve series de tres palmadas y una final (3-3-3-1 3-3-3-1 3-3-3-1)

Así se agradecía antiguamente la cosecha del año: después de comprarlo, se entregaba al sacerdote para bendecirlo, y se mantenía en casa hasta el año siguiente, cuando se traía el viejo y se reemplazaba con la compra de uno nuevo, a poder ser todavía más suntuoso que el anterior.


Los rastrillos varían en diseño, desde el más sencillo al más sobrecargado. Puede haber todo tipo de figuras, pero suele destacar entre todas la de una mujer de grandes mofletes: se llama okame お亀 u otafuku お多福. En realidad, Okame es la diosa del regocijo, y al parecer tuvo un papel trascendente en los mitos creacionistas registrados en el kojiki (sus kanjis sugieren el significado de 'antiguo' y 'registro', y su pronunciación coincide curiosamente con la de 'mendigo'). La historia viene a ser así:

Amaterasu Omikami (la diosa del sol en el sintoísmo y probablemente la deidad más importante en Japón) se recluyó en una cueva a causa de las diabluras de su hermano, Susano-no o Mikoto, lo cual sumió a mundo en una completa oscuridad. Los ocho millones de dioses* se reunieron para idear la forma de hacer salir a Amaterasu de la cueva. Mediante un espejo y unos serpentines de fibra de planta colgados de un árbol sagrado, e hicieron que Ame no Uzume no Mikoto, una hábil bailarina, bailase hasta entrar en trace y dejar sus pechos al descubierto. Los dioses se desternillaron de risa con tal actuación, y esta danza tan delirante estimuló la curiosidad de Amaterasu, que se asomó para ver a qué se debía tanta fiesta jolgorrrio. Entonces, uno de los dioses consiguió sacarla de la cueva, mientras que otra deidad colocaba una soga de paja de arroz para impedir que entrara de nuevo. Esta cuerda recibe el nombre de shimenawa, y es la que cualquier turista habrá visto en casi cualquier santuario sintoísta. En la imagen inferior podemos ver un ejemplo con granos de arroz reales colgando.



Tal vez la más famosa sea la de Meoto-iwa (las rocas casadas), que representa el ideal de una boda divina, es decir, un casamiento entre dioses, concretamente Inazagi e Izanami. Se ve como una representación del hombre y la mujer, unidos por la cuerda de la fidelidad. Dicho así no es una imagen muy romántica que digamos, si tenemos en cuenta que la roca grande está considerada mayormente como la masculina. Vamos, que la cuerda puede interpretarse como amor eterno o falta de confianza ante posibles infidelidades :-D.


Es una buena forma de desviarnos del tema principal: la fiesta en sí.

Pues bien, okame no es el único adorno. También hay otros motivos, como los koban (antiguas monedas doradas del período Edo), los tai (鯛, 'besugo'), un pez que se utiliza en este tipo de eventos porque coincide con el final de la palabra omedetai ('buen augurio', 'felicitación'), barriles de sake, fardos de arroz, los Siete Dioses de la Fortuna (la marca de cerveza Yebisu está inspirada en el dios más conocido de estos siete: Ebisu) y su barco del tesoro (Takarabune, 宝船), réplicas de minisantuarios (mikoshi, 神輿), etc.

Aproveché para comprar un Kirisansho (切り山椒) para los amigos lucenses que vuelven de su periplo nipón el jueves: son unos dulces con pastel de arroz deliciosos. Con Chika cené, entre otras cosas, lo retratado más arriba: un tomato nikumaki (rollo de tomate con carne), puerro, unas setas shiitake, unos pimientillos verdes dulces llamados shishito, típicos de aquí, y tofu.



En este festival no había langostinos, pero lo que es langostas apetitosas, pues sí.

Por último, una curiosa danza del león, llamada shishimai (獅子舞). Ya la mencioné en la entrada sobre el Sanja Matsuri (el festival de los tres santuarios). ¿Cuál es la diferencia? Pues que en esta ocasión, por el módico precio de un billetito de 1000 yenes, el mismísimo león te desea buena fortuna acercando sus fauces a tu cabeza. Helo aquí en plena acción, con la bajita Chika como invitada estelar.




*八百万 yaoyorozu. En japonés significa "ocho millones", pero sólo debería interpretarse así cuando se lee happyakuman. En el caso de yaoyorozu, quiere decir simplemente "un número muy grande". De ahí que con frecuencia se diga que en la religión sintoísta existen 八百万 の神 yaoyorozu no kami, "muchísimos dioses". Sin embargo, más de una vez oímos decir que los japoneses tienen "8 millones de dioses", lo cual es una traducción literal y bastante desacertada. Numerosos libros, páginas web y bloggers van por ahí hablando de los "8 millones de dioses japoneses" (se deben de pensar que alguien ha contado todas las leyendas japonesas para ver cuántos dioses salían, o que están registrados en algún censo...), y hasta los traductores de El viaje de Chihiro (「千と千尋の神隠し」) optaron por esta fórmula: "Es una casa de baños donde ocho millones de dioses vienen a descansar sus doloridos huesos". Como opción de traducción, la respeto, pero yo habría dicho "miles y miles" o "millones".

Fuente: http://lenguajaponesa.blogspot.com

2 comentarios:

  1. Hola sobrino hace mucho tiempo que no entablamos una conversación mediante este aparatito (que sigo considerando estúpido pero que no queda más remedio que adaptarse a él sino todos los demás mortales te llamaran estúpida a ti) he entrado en el día 17 de Noviembre con la vana ilusión de acordarte de tu tía en ese día (fatal desenlace que todos los mortales tenemos una vez al año, y gracias por poder contarlo...)pero como ya intuía no hay un mísero recuerdo para mí. En fin, creo que me ha ganado con creces ARIADNA el día 1 de Noviembre, tendré que saber el motivo?. Me alegro que sigas disfrutando de tu periplo académico-hippy-trotamundos porque es evidente que estás en la edad para ello (no yo...ya sabes estoy especialmente sensible con el tema....este mes). Un besiññññññññññññññññññññññññoooooooooooooooooooooooo muy fuerte. No comas tantas cosas ricas, porque ya sabes que tu tía es bastante limitadita en la cocina (dos cosas ricas y ya se me acaba el repertorio).

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  2. ¡¡Feliz cumpleaños!! Perdona por el olvido. En este tipo de ocasiones, nada mejor que recurrir a la plantilla "Perdona, es que soy muy malo para los X" (X= nombres, cumpleaños, etc.). La de Ariadna la he acabado aprendiendo por repetición. Me alegro de que te sigas pasando por aquí para leer sobre tu sobrino :-). Precisamente hoy se han marchado los amigos de Lugo, pero la verdad es que tengo 0 segundos para escribir una nueva entrada hasta la próxima semana, sobre su visita. Y eso de que eres bastante limitadita... Entonces los demás tenemos una habilidad de hombre del cromañón. Lo has demostrado con creces en esas cenas navideñas que me perderé desgraciadamente este año. ¡Un fuerte abrazo y un besazo, tía!

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