domingo, 4 de enero de 2009

Galleguismos (1)

-Voy ver si doy escrito esta entrada... Ya pensara escribirla hay unos días, pero no me sentía bien de aquella.
-¿Y luego?
-Es que me dolía la espalda después de coger a mi hijo en el colo cuando paseamos por Sangenjo, en donde hacía mucha calor. Además, el butelo que preparamos en A Coruña en la pota grande y ese pan reseso tampoco te me debieron sentar nada bien. De hecho, hubo que tirar con él.

Ahora que me encuentro de nuevo en mi bienamada Galicia, justo es empezar a analizar de una vez por todas el altísimo nivel de contaminación lingüística que demuestran los gallegos (siendo o no siendo gallegoparlantes) cuando se expresan en español.

El problema es grave. ¿Por qué? Porque afecta negativamente a los dos idiomas. Hay un claro desconocimiento del gallego en nuestra tierra, pero curiosamente se asume como gallego toda una serie de expresiones y vocablos que son totalmente ajenos a la lengua española, y provocan tantas confusiones como sonrisas en los demás ibéricos.

Es triste reconocer que el gallego normativo solo lo hablan correctamente muy pocas personas, entre las que servidor ya no puede incluirse por falta de práctica y por la cuarta palabra que da título a este blog. Soy consciente de los errores que cometen los políticos durante sus intervenciones en el parlamento gallego, o cuando me encuentro con un gallegoparlante de toda la vida. En Galicia nunca ha habido un verdadero bilingüismo, más bien una fuerte diglosia, que no es lo mismo. Siempre me pica la curiosidad de saber cuán correcto es el catalán de los políticos de Valencia o Cataluña. Solo puedo opinar de los de mi tierra, y los resultados son bastante descorazonadores. Existe el problema añadido del afán disgregador de algunos organismos que deberían velar por la pureza y buena salud del idioma galaico, pero que en realidad solo han conseguido hacer más incomprensible e innatural un idioma ya de por sí marginado. El idioma es la herramienta lingüística y comunicativa del pueblo, y es este último el que debe marcar las pautas para que evolucione: no son las normativas las que deben definir el uso, sino este mismo debería ser responsable del establecimiento paulatino de las reglas. De lo contrario se crean engendros lingüísticos como grazas, término oficial en el gallego actual para las muestras de agradecimiento: una palabra inventada y desconocida por muchos hablantes.

Por supuesto, esto no quiere decir que debamos ser extremadamente permisivos con los neologismos, extranjerismos y las meras incorrecciones en las que los hablantes puedan incurrir una y otra vez. Si para algo deberían servir la normativas sería para velar por la preservación de esta pureza, y no crear términos de la nada, fomentar la ambigüedad y, en definitiva, embarullar más que esclarecer.

El diálogo ficticio al comienzo de esta entrada servirá para ilustrar algunos de los términos que algunos gallegos asumen como españoles cuando se expresan en la lengua cervantina. Para los lectores del resto de España será pan comido adivinar lo que no encaja, pero os puedo asegurar que mis paisanos van a llevarse un par de sorpresas...

Así pues, ¿qué es gallego y qué no? En el próximo artículo de esta serie hallaremos y analizaremos la solución.

8 comentarios:

  1. Veamos,
    a la vista de la gramática del texto, puede que también tenga problemas con el castellano:
    "Asume como gallego muchas expresiones..."; El sujeto de ese impersonal es plural, luego lo correcto sería "se asumen como gallego (o como gallegas)..."
    Paupérimo es un superlativo, no hay nada que pueda ser bastante paupérrimo, bastante pobre, muy pobre... Nadie escribiría bastante muy pobre, ¿no?
    Hay más pufos, pero no tan obvios.

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  2. ¡Hola! Tiene toda la razón con lo de "bastante paupérrimos". Conozco sobradamente la regla, por lo que no hay excusa posible. Pero sé cuál es la razón: escribí "bastante lamentables" y lo cambié posteriormente sin fijarme en el adverbio. Mea culpa.

    Ahora bien, usted incurre en dos errores de bulto. El primero, escribir con mayúscula después de un punto y coma. El segundo, sugerir que una oración impersonal tiene sujeto. Ya ve, hasta el más insigne de los lectores tiene problemas con la lengua cervantina.

    De nuevo la razón estriba en la redacción inicial: "se asume como gallego toda una serie de". Lamento mi torpeza.

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  3. Je, ese comentario tan chulesco de "hay más pufos, pero no tan obvios" apesta a prepotencia. ¡Se te ha colado tu primer troll en el blog, tío, enhorabuena!

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  4. Yo creo que no, ya que los trolls suelen tener una ortografía paupérrima (x-D). Sin embargo, su puntuación es mala, no distingue bien entre pasivas reflejas e impersonales y además desconoce el significado de la palabra «pufo» ('deuda cuyo pago se elude de forma fraudulenta', o bien 'estafa'). No acierto a distinguir el menor atisbo de estafa en mi artículo. Nada más lejos de la realidad.

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  5. aunque has de saber que el español que se habla en Galicia es de los mejores de todo el territorio español. Esto se debe a que los gallegos sí diferencian entre un idioma y otro. Muchos de ellos aprendieron el español en las aulas casi como aprendemos hoy el inglés, hablo de los años 50-60; porque a pesar de la represión cultural la mayoría del pueblo seguía utilizando el gallego como lengua familiar.
    Las alumnas de mi abuela, por ejemplo, usaban los tiempos perfectos al hablar español y esto se veía como una marca fuerte de cambio de idioma.
    O sea, que muy bien el artículo, pero en desacuerdo con lo de que en Galicia se habla mal el español, y también con que se habla mal el gallego. Es difícil eso de qué es correcto/incorrecto en gallego.
    Hala, más leña al fuego.
    ;-)

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  6. ¡Hola! No te falta razón en lo de saber distinguir las incorrecciones en gallego. Pero no me cabe ninguna duda de que el gallego que oigo por la calle, en mi familia, de boca de los políticos... incluye un montón de castellanismos. Vamos, que oír un gallego tan precioso como el que escuchamos en Shin-chan (puro y además con siete fonemas vocálicos bien diferenciados) es poco común.

    Se me olvidaba decir que el artículo se basa en mi experiencia personal, por lo que me alegraría saber que estoy equivocado realmente. Yo debo la práctica totalidad de mis conocimientos de gallego a Antón Palacio, el mejor profesor de este idioma que he tenido en mi vida. También tuve el honor de ser alumno de Primitivo Iglesias, auténtico diccionario con patas. Estudié Traducción e Interpretación con el gallego como primera lengua, por lo que pude observar el nivel de los demás estudiantes.

    Muchísimas gracias por disentir (es mucho más interesante) y por tomarte la molestia de escribir un comentario. Ojalá la próxima vez no sea anónimo, porque me gustaría conocer quién (y cómo) ha tenido la desgracia de encontrarse con mi blog.

    ¡Un abrazo!

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  7. Lo d llamar "engendro lingüístico" al "grazas" me ha llegado al alma, como odio esa palabra!!! Sabes q la TVG ha vuelto a doblar toda la serie d Dragon Ball para que esté en "gallego correcto"? Desde q oí a Son Goku usar esa maldita palabra y decirle a Freezer "sei que ti podes sobrevivir no espazo" decidí no volver a verla. Además, han cambiado muchas d las voces!

    Vaya manera de malgastar dinero y d estropear un recuerdo infantil!

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