Probablemente la mayoría de los lectores (cuatro gatos, dos perros y algunas gallináceas) saben de buena tinta cibernética que me encuentro en Japón. Pues bien, ahora que ya tengo mi flamante visado de estudiante por un año tengo que ir al ayuntamiento para solicitar el gaikokujin toorokusho (外国人登録書), un carné de identidad para extranjeros: esa chusma occidental.
Llegué a las 16:30, después de comer (cerraban a las 17:00). Tras rellenar el formulario, lo entrego y me dice la funcionaria:
-¿Tiene dos fotos?
-¡Argh! Me he olvidado completamente...
Y es entonces me vinieron a la memoria los sabios consejos de mi madre:
Siempre hay que llevar un par de fotos en la cartera, hijo, nunca se sabe lo que va a pasar. Y recuerda: cuando seas mayor, no compres acciones de General Motors. Por la misma razón.
Acto seguido me acordé de que llevaba años siguiendo sus fieles consejos. Siempre guardo un par de fotos en la cartera para regalar a mis admiradoras: como no existen, siempre tengo un par de fotos en la cartera.
-Ah, espere un momento. Ah, aquí tiene.
-Bien, bien... ¿De cuándo son estas fotos?
No recordaba la fecha precisa, pero a pesar de que mi cara no había cambiado mucho, no tenía ganas de ir a hacerme fotos por 5 euros cuando en casa tengo las cuatro que me hice para el anterior carné japonés en mayo (las que debería haber llevado). En décimas de segundo estimé que el plazo de validez rondaría los dos o tres meses, así que, con insólita naturalidad y confianza afirmé:
-Esto... julio, sí, sí, eso es.
-Ah, vale, escriba su nombre detrás de las fotos, por favor.
-Vale.
En ese momento pienso para mis adentros: "Bua, ja, ja, ¡pardillos! ¡Nunca descubriréis la verdad!".
Sin embargo, en ese preciso momento, cuando la funcionaria echa un vistazo al pasaporte, me doy cuenta de mi estulticia supina.
-Perdone, pero... la foto del pasaporte (expedido nada más y nada menos que en el 2007) y estas dos fotos parecen iguales.
-¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAARRRRRRRRGHHHH! Vaya, me he equivocado de fotos (otra mentira aún más absurda y completamente ilógica, como si me hiciera fotos de carné cada mes). Mejor vuelvo mañana con las que tengo en casa.
Así se expresó en japonés la funcionaria, aunque seguramente quería decir:
Mira, retrasado, se pueden contar mentiras más o menos curradas o creíbles, ¡pero esta es sin duda la mentira más lamentablemente idiota de todos los tiempos! ¡Estás insultando mi inteligencia, Pinocho de pacotilla! ¡Largo de aquí!
Bueno hombre , eso te pasa porque no acostumbras a mentir y eso tb es bueno . Tu madre en eso es experta , aunque tb mete la pata , pero en esos casos una mentirilla es perdonable .Qué se le va a hacer , tendrás q volver.Besis.Tu madre "la mentirosilla".¡Jaja!.
ResponderEliminarPERO SI DEL BANCO DE AMERICA QUE HA TRIPLICADO EL PRECIO.
ResponderEliminarSALUD Y SUERTE CON LAS INVERSIONES.
La próxima vez lleva la foto recortada que tengo de fondo de pantalla, ya sabes la de mi hermanito favorito sentadito y abucheado por su madre por no "cajar".
ResponderEliminarJUAS, JUAS, JUAS.
Estoy con mami, VUELVE PITU!! Aquí no hace falta mentir :D :D
Muuuuuchos besitos.
Espero que no sea verdad. Si no, ¡me quedo en Japón! Este fin de semana hay barbacoa en mi casa con montones de chicas solteras. ¡Que tiro la caña, eeeh! Además, ¡es que no tenía ganas de cagar, hostias! Mi cara en la foto es de "Pero mamá, ¿por qué me haces esto?". Ja, ja.
ResponderEliminarEl truco está en incluir una vía de escape en la misma mentira. Te explico: si dijeras "Pues no me acuerdo bien, fíjate, pero CREO que son de no hace mucho, si soy igual..." En este momento pones la misma cara de morcilla que tengas en la foto.
ResponderEliminarSi luego la tipa mira el pasaporte y ve que las fotos son de cuando Franco era soldado raso, tú le puedes decir "Ah, pues yo creía que eran de ayer, si es que me conservo tan bien..."
Pero no es que yo tenga mucha experiencia en mentir eh?? O:)