Pues sí, cuando cogí el tren el otro día (me encanta este expresión, podría estar hablando de 1925) me di cuenta de que me había metido en el vagón incorrecto. Y es que en algunos trenes de Tokio, al menos, el último vagón está reservado para las mujeres (probablemente sean los vagones de ambos extremos). También pueden disfrutar de este privilegio los niños de hasta la escuela primaria, los minusválidos y aquellos que estén ayudando a estos últimos, sea cual sea su sexo.
Supongo que con la cantidad de "agresiones sexuales" que hay en los trenes, decidieron hacer esa separación.
ResponderEliminarHay mucho rozaberza por ahí... xD
Qué disparate... Bien clarito lo pone, ¿eh? :P
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